lunes, 16 de noviembre de 2009

Felicidad!!!

El día de hoy definitivamente fue bueno, bastante agradable a decir verdad. Y no es que mis ruegos hayan sido escuchados pues de antemano sabía que esto iba a pasar, pero aún así me alegro bastante.

¿Y a que se debe esta repentina alegría y aparición de esta peatona?, se preguntarán ustedes... Pues sucede que la Feria del libro ya está en Oaxaca!!!


Ejem... Supuestamente es internacional, pero para poco más de una docena de stands, la mayoría de librerías locales (y miren que en Oaxaca no pululan las librerías), lo de internacional sale sobrando. Lo importante es que hay una feria del libro y eso, al menos para mi y mi sarta de amigos lecotres si que es agradable.


Bien, aparte de que ya están algunos expositores conocidos, lo que hizo de hoy un buen día fue que Rius dio una charla y después de varias risas, aplausos y sonoras carcajadas, hubo firma de autográfos.


Aquí la evidencia:
El caricaturista y humorista en sus propias palabras, complaciendo a los asistentes


Ejem... La imagen lo dice todo.

Saludos,

Yukino



sábado, 31 de octubre de 2009

Helado de sabores



Para no desentonar con el ambiente tenebroso (y divertido) de estas fechas, y darle al amable lector una opción alterna a las películas (repetidas) que transmitirán este fin de semana, aquí les dejo un cuentito de mi autoría, que aunque no pone los pelos de punta, seguro si asusta la prosa mal escrita >.<

Saludos tenebrosos.

Yukino.
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Helado de sabores
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Dos patrullas con las sirenas encendidas, se detuvieron enfrente del edificio marcado con el número ocho de la calle Maple. Bastó un sólo timbrazo para que la señorita Gertrudis, la portera amargada cuya única satisfacción en el mundo era cuidar de sus gatos e inmiscuirse en los asuntos de los demás; abriera de un jalón la puerta de su oscuro departamento oloroso a orines de gato. Inmediatamente entregó al oficial un fajo de llaves indicando cuál era la que abría el departamento y hasta los escoltó a la puerta. Fue ella quien tiempo después, se encargó de alimentar los rumores que hasta el día de hoy circulan por aquí.

Como es común en todos los casos que involucran sirenas y policías, en un santiamén se congregó un gran número de personas provenientes de los edificios y casas a lo largo y ancho de la calle Maple; cada quien tratando de indagar el motivo de las patrullas. Pero nadie, ni en sus más terribles pesadillas imaginó el horror del que seríamos testigos aquella noche en que la policía sacó el cuerpo cubierto de Sara Armenta, y quedarían grabados para siempre en nuestras mentes los gritos horrorizados de la familia de aquella infortunada muchacha.

Doce años después, en el sopor de un verano sumamente caluroso; sentada en la mecedora de mimbre que perteneció a mi madre, trataba de leer el periódico a cabezadas, mientras el radio sonaba una canción arrulladora desde la cocina. Fue entonces cuando di con aquel artículo que heló mi sangre como si me hubiese zambullido en una tina de helado de menta.

Aquello era sumamente horrible: “Encuentran chica muerta en un departamento. Madre e hija desaparecidas”; rezaba el diario y de inmediato recordé la noche en que Sara Armenta fue sacada del departamento del edificio ocho.

Todo comenzó el día en que apareció en los clasificados un anuncio solicitando una niñera por medio tiempo. La paga no era para morirse de envidia, pero para una estudiante con escaso presupuesto y algo de tiempo libre, aquello parecía un mensaje caído del cielo. Yo hubiese llamado de inmediato pero el anuncio era explícito; solicitaban a una chica y como ya estaba por jubilarme dejé el teléfono en su lugar. A los tres días, el anuncio había desaparecido del diario y en un paseo por el parque, me topé con Sara Armenta que llevaba de la mano a una niña de no más de cuatro años que sorbía ávidamente un helado rojo de cereza.

Aquella niña, de nombre Marina no me pareció en nada curiosa, ni siquiera despertaba simpatía como suelen hacerlo los niños a esa edad. Al contrario, sus labios coloreados en rojo por el helado, curvados en una sonrisa casi malvada mostraban lo que prometían ser los dientes más blancos y afilados que se hayan visto en un infante de esa edad. Su tez demasiado blanca y sus ojos, que por primera vez me miraron, me dejaron el alma cubierta de escarcha. Fue entonces cuando pensé que aquel pequeño ser bien podría pasar por una muñeca de porcelana, de aquellas que sólo se muestran en los aparadores, pero que nadie quiere sostener en brazos. No hicieron falta preguntas para saber que Sara había respondido al anuncio del diario ya que en un lugar como este, los clasificados suelen ser poco comunes y por lo mismo no duran mucho tiempo.

En las semanas siguientes, volví a verlas paseando por el parque, siempre a la puesta de sol. Pero a diferencia de las demás personas que se pasean por ahí con sus mascotas, o de los niños que suelen ir a divertirse un rato, pareciera que aquel par no era del todo feliz. Como siempre, la niña sorbía con tremenda avidez un helado que le coloreaba los labios de rojo, como si fuese su primer alimento en mucho tiempo. Por su parte, Sara comenzaba a palidecer y a bajar rápidamente de peso, sus rostro pálido lucía cansado y sus ojos mostraban las ojeras de quien ha pasado por una larga enfermedad.

Verla en aquel deprimente estado me causaba una mezcla de horror y tristeza. Así que en una ocasión, sin poder contenerme me acerqué a preguntarle si la escuela o el trabajo le estaban afectando. Pero Sara sólo me dedicó una débil sonrisa y apresuró el paso para alcanzar a Marina que la esperaba al otro lado de la acera, ladeándose el sombrero de verano que llevaba ese día a pesar de que el sol casi había desaparecido para dar paso a la noche. Al volverme, descubrí a la niña observándome con sus intensos ojos azules, cuya mirada parecía indicar la inesperada fatalidad pero que a la vez era inevitable no contemplar. Dios sabe cuánto tiempo me quedé observando esos ojos, pues sólo reaccioné hasta que sus labios se curvaron en aquella sonrisa torva y de su garganta brotó la risita más estridente que aún hoy retumba en mis oídos.

De haber sabido que esa sería la última vez que vería a Sara con vida, la habría acompañado a dejar a esa niña con su madre y me llevaría a Sara de vuelta con su familia. Incluso habría arrebatado a aquel ser de sus manos y dejarla abandonada a su suerte. Sin embargo, las cosas deben seguir su curso y la vida de Sara había llegado a su fin desde el día en que contestó al condenado anuncio del diario.
Nadie sabe que pasó con la mujer y la niña, pero cuando la policía sacó a Sara del departamento, éste se encontraba casi vacío. Sólo a mitad de la sala se encontraba un sofá sobre el que estaba tendido el cuerpo de Sara Armenta, cuyas manos sangrantes descansaban en el piso. Pero lo más espeluznante, era la nevera en cuyo interior fue hallado un gran tarro de helado rojo con el nombre de Sara escrito en una etiqueta.


p.s. En imagen, arte digital por Ray Caesar

jueves, 29 de octubre de 2009

Recapitulando

Habiendo seguido los sabios consejos de Serrat, el jueves pasado me levanté con ánimos contagiosos, de esos medio sosos que plasman en nuestro rostro una sonrisa por casi todo. Apenas me hice consciente de los ruidos del exterior (es decir el trinar de los pájaros que aún sobreviven a la mancha urbana y se refugian por estos lares) y de estirarme y rodar un poco en la cama, me levanté de muy buen humor. Puse a medio volumen "Hoy puede ser un gran día" y me puse a cantar mientras iba de un lado a otro, haciendo la cama y cambiándome la pijama.
De verdad que todo apuntaba que el día iba a estar genial, había buen clima, fresquecito y el sol no quemaba, tuve un desayuno delicioso y después de leer un poco para mi tesis, acompañé a mi mamá al centro a hacer algunas compras...
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¡Ah! cruel destino, de saber lo que nos iba a pasar, habríamos dado medio vuelta apenas comenzó a cambiar el clima. De repente, el sol salió enojado y comenzó a concentrar su calor en las aceras de asfalto, la gente salía de sus trabajos y escuelas arremolinándose para llegar pronto a casa... Debimos haber dado media vuelta y regresar, pero por ahorrarnos unos pasos y protegernos del sol, nos metimos al mercado del centro, el Benito Juárez, que tanto nos gusta a oaxaqueños y turistas.
Pues ahí estábamos, dos peatonas caminando en el mercado que ya conocemos pero que no deja de asombrarnos... Y vaya sorpresa que nos llevamos cuando de repente, mi mamá siente que le arrancan los aretes y un mocoso de unos 12 años echa a correr. Apenas me di cuenta de lo que había pasado corrí tras el, pero cual rata que es, logró escabullirse en los pasillos y a pesar de mis gritos, nadie lo detuvo. Frustrada, furiosa y medio asustada regresé a casa pensando mil castigos que me gustaría aplicarle a ese ladrón... Pero de nada sirve que piense eso, pues bien podría estarse riendo en estos momentos y yo aquí preocupada contanto nuestra desventura.
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Ahora no me queda más que ir con cuidado y alerta, aunque eso será algo difícil para mi pues me encanta caminar y andar contemplado bobabas en la calle (jejeje). Eso sí, aunque nunca nos había pasado algo parecido, incluso en nuestras visitas al D.F (ni en el metro, vaya) y aunque haya pasado aquí, sigo enamorada (entre otras cosas y chicos platónicos) de esta ciudad.
Recuerden "camarón que se duerme, se lo lleva la corriente"... ¡Rayos!
Saludos Peatoniles,
Yukino.

sábado, 17 de octubre de 2009

Pies helados


¡Hey! Espero que se encuentren de maravilla y que a pesar del extraño clima que azota nuestro contaminado, agonizante, desigual pero esperanzado planeta, la estén pasando muy bien... Vale, eso no ayuda a levantar los ánimos pero ándale, una sonrisita ¿si? :)

En fin, después de algunos días de ausencia repentina (para variar) por una visita fugaz a LaSalle de Pachuca (mi papá ya terminó su maestría!!!) y una carrera "corre que el diablo te sigue" a la Feria internacional del libro en el Zócalo de la Cd. De México (uff, que nombre tan largo) estoy de vuelta en mi linda casita, con mis queridos libros empolvados y los que me traje de la feria ¡Ah! y con la novedad de que ya volvemos a tener agua corriente (del grifo) pues la nueva cisterna ya sirve... Muchas emociones para una semana jejeje.

¿Saben? esto de volver a tener agua corriente puede parecerles un poco absurdo, pero a como van las cosas en este planetita, no nos vendría nada mal probar una semana racionándol para vislumbrar lo que puede ser nuestro futuro no muy lejano (lamentablemente).

Bien dicen por ahí que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido y esta peatona ya lo comprobó. Aunque desde pequeña me enseñaron a cuidar el agua, no fue sino hasta ahora que sentí los estragos agonizantes de la carencia de esta por todo un mes; afortunamente la naturaleza nos envió algunas lluvias por lo que pudimos recolectar suficiente agua (y bastante limpia, por cierto) para poder sobrevivir con los bolsillos intactos... Las pipas hicieron su agosto.

Aún ahora que el huracán rick está asolando las costas de Guerrero y supongo que a últimas horas ya tocó costas Oaxaqueñas, la lluvia sigue dejándose caer por estos lares (lo cual es genial, pues las plantas están hermosas), así que en casa hicimos el pacto de seguir recolectando el agua de lluvia para recordar el duro momento que nos tocó vivir (y pensar que hay millones de personas que "viven" con esa carencia todos los días). Así que por lo pronto, esta peatona y su familia no guardará el impermeable, aunque al final del día terminemos con los pies hechos paleta >.<

Lo que sí, Cuidar el agua y mantener la sonrisita (a nadie le hace mal).

Lo que no... Desperdiciar el agua y lucrar con ella ¬¬


Saludos peatoniles,

Yukino.
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P.s. En la foto: Faro encendido, Jardín "El Conzatti", Oaxaca.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Cambios 1

Por ahí dicen que después de la tormenta, viene la calma. Por lo pronto en mi casa, aunque no hay tormenta, la calma está a un paso de llegar, retrasada sólo un turno por culpa de las eventualidades que traen consigo las lluvias. Para empezar, descubrimos que hay filtración en una de las paredes del estudio, por lo que tuvimos que remover algunos de nuestros queridos libros (por si acaso) y archiveros de cartón repletos de infinidad de cosas; desde cuadernos de mis pasos por la secundaria y la prepa, carpetas de argollas de mis semestres en la unversidad, hasta revistas de mil temas y de paso, mis queridos cómics y mangas ("comic japonés") de mi época friki; de ésta algo me queda aún, pero ya no suelo reflejarlo en acumular objetos "coleccionables" y muy de vez en cuando, me detengo a ver algún ánime que en otros tiempos me tenía en suspenso.
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A la vista de tantos tesoros y chucherías en papel, recordé varias etapas de mi vida, y cuánto me reí por algunas bromas y ocurrencias de mi adolescencia. Aunque soy joven (en tesis) y espero serlo por mucho tiempo, no pude evitar sentir cierta nostalgia por años pasados. Cuando llenar el álbum de estampas de sailor moon era mi vicio en primero de secundaria, mientras me daba de topes con las ecuaciones y más tarde dirigí unos cuantos insultos al condenado "álgebra de baldor"; pero qué elogios me gané en mis clases de literatura, historia y demás ciencias sociales... ¡Ah dichoso bubaloo de fresa! que endulzó mis ratos más amargos y cuántas plumas de colores alegraron mis libretas y cartitas.
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En fin que muchas de esas cosas, ya las separé concienzudamente para que el recolector de basura haga buen uso de ese papel. Y en cuanto a las hojas limpias de mis libretas, pienso obtener algunas libretitas monas para obsequiar después.
Eso del reciclaje y la reutilización no deberían ser una moda u otra opción, sino una obligación, cuando menos moral. Por lo pronto, otra gran cantidad de papel será destinado a cierto amigo artista cuya alegría se ha hecho más grande, pues su querida y verde iguana perdida (ejem, extraviada quiero decir) regresó a su antiguo hogar.
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¡Qué buen final! ¿no les parece?
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Saludos,
Yukino.
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martes, 8 de septiembre de 2009

Días de lluvia



En estos días de chubascos repentinos ó anunciados, eso de ser peatona se vuelve un poco complicado; sin embargo, como en todo recorrido, las aventuras y sorpresas no se hacen esperar. A decir verdad, los días nublados son mis favoritos, me encanta el clima fresco, el vientecito agitado (no tormentoso). lo nostálgico del cielo y por si fuera poco, son días ideales para tomar fotografías debido a la calidad de la luz.... O bueno, al menos no salen quemadas por exceso de luz.
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Lo que ha hecho particular estos días de lluvia, es que en esta ocasión no me quedé tan tranquila contemplando el caer de las gotas a través de mi ventana, donde hace calientito... En época soy como un gatito, no me gusta mojarme en la lluvia, por eso de terminar como sopa. Pero esta ocasión fue diferente. No superé ninguna aversión como el gato al agua, porque no la hay; más bien, me aventuré a mojarme por necesidad... Así es, nos estamos quedando sin agua.
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Posiblemente a la persona que se encarga de abrir la llave para enviar el agua a mi fraccionamiento le dio amnesia, pues ya llevamos dos semanas sin recibir gota alguna que no caiga del cielo. Pero bien dicen que la naturaleza provee y la necesidad humana es la madre del ingenio (esta fue de mi haber), así que viendo tanta agua caer del tejado, es una grosería dejarla correr a la coladera en tremendo desabasto. Por lo que esta vez, me armé con una chamarra "impermeable" (menuda patraña, de todas formas terminé mojada) y me puse a colocar baldes y contenedores en mi jardín y bajo el tejado a fin de recolectar la mayor cantidad de agua posible. Curiosamente, el agua de lluvia está más limpia que el agua que aveces traen las pipas para mis vecinos menos ingeniosos, inconscientes y supongo que más billetudos.
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Lo que sí, es que no está de más pasar el agua de lluvia por un filtro, por si acaso.
Lo que no, es seguir desperdiciando el agua como hasta ahora lo vienen haciendo muchas personas inconscientes, poco me falta para que ponga un cártel en mi ventana que diga¡Así te sentirás cuando no la tengas..! Pero se puede mal interpretar, así que mejor predicamos con el ejemplo. Recolectamos el agua que la buena naturaleza aún nos envía y controlamos nuestro consumo.
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Por lo pronto, esta peatona se despide, esperando que siga lloviendo por estos lares para así no quedarnos sin agua jejeje.
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Saludos ecológicos.
Yukino.
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p.s. En la foto: Campanario de la iglesia del "Carmen Bajo", Oaxaca.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Un nuevo inicio

Ya estamos en Septiembre, mes de las fiestas patrias, días de gritos, gloria a la comida mexicana y en general mucho escándalo... Aunque la realidad siga en las mismas o peor, vaya en declive; pero eso sí, tenemos un día enterito para salir a las calles a gritar ¡Viva México! (mínimo, 'pa alegrarse un rato). Ya tuvimos un tercer informe de gobierno, medio soso e incierto, a mi parecer bastante aventurado y poco dignificado, ¿acaso hay alguno que se salte estas categorías?

Por otro lado, las ejecuciones siguen sucediéndose como piezas de dominó en filita; IVA para alimentos y medicinas; el huracán Jimena ya bajó a categoría 2 (hasta donde he leído) y en Quintana Roo está golpeando Érika. ¿El panorama?.. agarren sus salvavidas.

En fin, suficientes tragedias tenemos todos los días y la polaca no está excenta de participación... Para colmo viene esta peatona a recordárselas (las malas nuevas) y pareciera que hasta este blog anda de malas, pero como este post iba de "un nuevo inicio", poniéndome al día con los acontecimientos recientes, les cuento que:
Para los que no pudieron dormir pensando en la suerte del pequeño maltés que rescatamos de la calle, les cuento que "Tohui" (así lo llamamos, digno nombre eh... significa "amigo" en Otomí) ya se encuentra en un hogar permanente, con una familia muy agradable, dos perros para ampliar su círculo social y bastante terreno para corretear. La ventaja es que el nuevo dueño es compañero de trabajo de mi papá, así que estará vigilado ¬¬



Aquí el pequeño maltés, rumbo a su nuevo hogar... ¡vaya que a los perros les encanta sacar la cabeza por la ventanilla!

Por cierto, ayer inicié mi tratamiento por tres años con vacunas para mi alergia... Si esto no me ayuda a mejorar, mínimo superaré mi pavor por las inyecciones pues me efrentaré a las agujas dos veces por semana ¡qué miedo!

Ah si... Para darle más sabor a la vida, inicié una etapa de reconciliación con mis "fantasmas del pasado" (con algunos, otros ya no me quitan el sueño). Decidí hacer una aparición a la convención de anime que el club al que pertenecía organiza... Sí, los que me iniciaron una cacería de brujas. En fin, que superado el asunto (al menos de mi parte... Y eso que fui la víctima), decidí pasar a saludar; vi muchas caras conocidas, la mayoría sorprendidas de verme ahí; claro, para ellos, era la última persona en irme a parar a ese lugar (de verdad que ni yo misma me entiendo... aveces), eso sí, a mi me dio gusto verles.

En fin, que siempre es bueno dejar las puertas abiertas, pues nunca se sabe lo que nos espera y el estar viviendo en rencores y pleitos de secundaria injustificados no es nada recomendable, menos cuando es culpa de otros que ya ni están presentes. Por mi parte ya di mis primeros pasos en vías de la reconciliación... lo demás vendrá con el tiempo.

Por lo pronto me despido, no sin antes avisarles que como ya es nuevo mes, en la columna de la derecha hay cambios en las paginitas verdes, en la cultural del mes y además hay vínculos a los blogs que sigo.

Saludos,

Yukino.


sábado, 29 de agosto de 2009

You've got mail

Es día de lluvia... y al parecer así lo será el resto del fin de semana. Curiosamente no estoy molesta, ni melancólica, al contrario... ¡Me gusta la lluvia! Siempre y cuando no me moje porque en eso si soy como un gato (aunque en realidad sea alérgica a éstos). Lo cierto es que me encanta y aunque no se me da eso de "cantar bajo la lluvia" admito que una vez una amiga y yo lo intentamos y fue bastante divertido el episodio; especialmente porque después nuestras defensas nos jugaron bien y salimos bien libradas de la temporada de gripa.
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En fin que esto de la lluvia viene a cuento, porque hizo que decidiera quedarme en casa y a falta de juegos de mesa y gente con quien jugar, me quedé a ver pelis, entre ellas "Tienes un e-mail", que es una de mis favoritas... Y mientras la veía, pensé que efectivamente tengo no sólo un e-mail, sino algunos y aunque no he hecho muchos amigos en línea (sólo uno), como es el caso de la historia , recordé que sí caí en la maravillosa fantasía de los amigos por correspondencia.
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Confesión: Tuve varios amigos por correspondencia, de distintas partes del país, de los cuales, sólo llegué a conocer a dos y eso porque viven en la Cd. de Oaxaca, tiempo después, también se integraron al proyecto de un club de anime que teníamos previsto entre unas amigas. Después, la rutina y el trato frecuente nos hizo dejar las cartas y pasar a las llamadas y mensajitos por celular; sin embargo, recuerdo que fue una experiencia agradable y casi adictiva. Aún ahora me pregunto ¿por qué dejé de escribir cartas al resto de mis amigos por correspondencia?, ¿Qué será de ellos/ellas?
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Hace algunos meses, me animé a escribirle a uno de ellos... Fue casi al azar que elegí su dirección y para hacerle más fácil la respuesta, anexe una de mis direcciones de correo electrónico. Varias semanas después, cuando ya había enviado ese recuerdo a la "papelera" de mi memoria por olvidar, encontré un "mail" de ese amigo. ¡Caray! Salté de gusto y de paso satisfice mi curiosidad de saber qué había pasado con el grupo de amigos que compartimos vía correspondencia. Actualmente, ni el correo electrónico logró que continuáramos escribiéndonos, pero siempre queda el recuerdo de un buen amigo en algún lugar de la faz de la tierra al que conocí por cartas.
Ahora que lo pienso, probablemente me lo habré topado alguna vez, en algún lugar, pero no pude haberlo reconocido porque tampoco se como es físicamente; pero eso sí, conozco gustos, sueños y pesadillas, todo contado de su puño y letra y a decir verdad, eso me basta.
Ahora me pregunto ¿no es esto de bloguear algo similar a los amigos por correspondencia? La respuesta es un poco obvia y no da tanto miedo, en parte porque el anonimato es casi una garantía; sin embargo eso de contarle a varios extraños lo que pasa por mi cabeza y de paso, lo que viví en el día... Si que es un poquito escalofriante ¿no lo creen?
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Besos.
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Yukino.

martes, 11 de agosto de 2009

No desaparecí, sólo salí un rato

Hey! Espero que se encuentren muy bien y no se hayan olvidado de esta peatona, que aunque dejé un rato de llenarles los ojitos de letras, me encuentro bastante bien. Por si hubo alguien angustiado, pasando las noches en vela, pensando en la peatona desaparecida... ¡Oh!, cruel destino... ¡JUAR! igual y ni lo notaron, pero ya estoy de vuelta, así que no se preocupen.
A decir verdad, estos últimos días los pasé de maravilla...
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Para empezar, el 30 de Julio fue mi cumple... Y aunque el mundo siguió igualito, para mi familia y mi vecina, hubo un cambio en la rutina y hasta comimos tarta de chocolate con fresas. Regalos no hubo, pero si algunas felicitaciones. Tampoco estoy traumada por eso, la verdad es que parte de mi vida social no es tan emocionante por aquello de "más vale sola que mal acompañada" y hace algún tiempo me despedí de otras compañías no por viciosas, sino por traidoras.
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El caso es que después de mi cumple, vino la fiesta del pueblo, así que fuimos a casa de mi abuelo a donde llega mi familia dondequiera que esté (del istmo, de Veracruz, nosotros de la Cd. de Oaxaca y hasta llegaron de Texas). La novedad fue la audición de mi sobrino "diablomir", que diga Vladimir en la banda de música. Ahora tenemos la esperanza de que en la banda encuentre la disciplina que mi prima (ni nadie de la familia) ha logrado con él, lo bueno es que al chicuelo le gusta (ya sabe leer las partituras) y de paso el maestro de la banda es su padrino, así que está vigilado jejeje. Por lo demás, volví a experimentar la emoción de los jueguitos mecánicos ¡Qué divertidos trastos, de verdad! y aunque una de mis primas casi se desmaya, yo me la pasé bastante bien (bueno, no por lo de mi prima, claro) y fui sumando puntos en eso de ser la tía más buena onda y joven de mis sobrinos; este título me viene como anillo al dedo y de paso me alegra el corazón, ya que me divertí como ratón en una panadería, jugue videojuegos, comimos toneladas de dulces y nos subimos a los jueguitos jejeje... Es divertido tener sobrinos pequeños.
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¡Caray! casi lo olvido... Hay un nuevo integrante en mi familia (no, no viene de mi y menos de mis padres), sucede que rescatamos a un perrito de la calle. De repente se apareció en la privada donde vivo, aunque nos dimos cuenta porque una vecina nos contó. El caso es que decidimos adoptarlo temporalmente y salvarlo de los celos de Baguette y Nico, los dos perros que viven en la privada (eso es lo que decimos, igual se queda permanentemente) mientras le conseguimos otro hogar ya que salimos con frecuencia; mientras tanto, el pequeño maltés está en la casa, aún sigue pulgoso (que no pulgosísimo como llegó) pero ya experimentó un primer baño, un corte medio experimental y buena comida, incluidas biscuits pedigree.
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Ah si... Ahora que recuerdo, regalos si tuve... al día siguiente me llevé a mi mamá a la Proveedora (la librería más grande de aquí) supuestamente a comprar un libro... ejem, plan con maña porque salimos de ahí con tres: Nocturna (de Guillermo del Toro y Chuck Hogan) que me leí en la casa de mi abuelo y ahora esperaré ansiosamente a que publiquen los otros dos; La historia interminable (de Michael Ende) que estoy leyendo actualmente y me tiene fascinada; y Maya (de Jostein Gaarder) que espera pacientemente su turno.
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Por cierto, les comento (por si no se han dado cuenta) que en la columna de la derecha, ya cambié los vínculos para las páginitas verdes del mes, con excepción de una que me parece importante; así también hay nuevo vínculo para la cultural del mes, en esta ocasión los dejo con el bookcrosing, un movimiento para tratar de fomentar la lectura en nuestro país. Los vínculos a medios informativos, se mantienen permanenten por el momento... Mero vicio de mi carrera.
En fin, espero que estos vinculos les agraden y hagan de este blogsito un sitio agradable que visitar y leer.
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Saludos.

domingo, 26 de julio de 2009

¡Al fin!

A varios días de su estreno, finalmente ayer pude ir a ver la nueva peli de Harry Potter, y no es que no haya querido ir antes, de verdad que por alguna razón mis pies me llevaron a otros lados y de todas formas me la pasé bastante bien.
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¡Sí! lo admito, soy fan de Harry Potter. Me encantan la literatura épica-fantástica y no tengo ninguna pretensión de pseudointelectual para no acercarme a este tipo de literatura y menos a la de misterio (que es de mis favoritas, en particular las crónicas vampíricas); eso sí tampoco le huyo a los clásicos que desde la secundaria comencé a leerlos y afortunadamente tengo unos padres que me compran casi todos los libros que yo quiero (con excepción de algunas ediciones de lujo porque ya tengo las versiones pocket, pero soy feliz con eso) por lo que mi hábito a la lectura está bien fomentado jejeje.
Lo que estoy perdiendo es mi tendencia a prestar mis libros, no es que quiera convertirme en una grinch y pecar de ávara, pero mi lista de deudores (de libros nada más) se ha hecho grande y a pesar de que varias personitas ya llevan mucho tiempo con ellos, siguen sin devolverlos ¿Por qué será?
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Sacando a cuento esto del préstamo de libros, ¿ustedes tiene alguna idea de porqué los libros son de los objetos menos recuperados en un préstamo? De verdad que no me lo explico, para empezar nuestro país no sobresale por ser un país de lectores y uno de los pretextos que me han dado para no regresarme algún libro es "pero es que no lo he terminado de leer" y así pasan las semanas, los meses y algunos hasta acumulan años. Entonces me pregunto ¿para qué quieren tener un libro que no valoran pues para empezar no lo leen? De ser lo contrario, no tengo reparo en prestar libros, pues para eso son, para leerse ¿no?
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Por cierto, existe un movimiento cultural denominado "bookcrossing" que en nuestro país está iniciando, aunque se le conoce como "libera un libro". Ésto consiste en dejar un libro en un algún lugar público para que alguien más lo encuentre, lo lea y al terminar lo vuelva a dejar libre; claro que para darle un seguimiento, el donante debe registrar el libro en la página de internet y pegarle una etiqueta explicando de qué va el asuntito. No suena nada mal ¿eh?
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Por si les interesa, aquí les dejo el vínculo... Por mi parte, estoy pensando en registrar alguno, pero es que quiero tanto a mis libros que me es difícil separarme de ellos, son mi tesoro... Aunque de igual manera termino prestando algunos... Ni yo misma me entiendo.
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Besos.

martes, 21 de julio de 2009

Días de fiesta

¿Qué dónde estuve todos estos días? Pues la verdad es que desde el viernes en la tarde anduve de pata de perro con mi familia. Han sido días de mucho ajetreo, de caminatas largas, de alegrías constantes y antojos lombricientos que nos han llevado a varios lugarcitos a degustar la gastronomía típica Oaxaqueña.
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Cada año, por estas fechas, nuestras vidas normalmente tranquilas, se tornan ajetreadas y muy divertidas. De repente, pasamos de ser personas caseras (y no porque rentemos una casa, que apenas tenemos una propia para vivir) a vagabundos culturales de 12 horas con paradas contínuas en diferentes eventos.
Sucede que en estos días, en Oaxaca hay una especie de éxtasis colectiva y las calles amanecen y anochecen atiborradas de peatones, algunos vacacionistas lejanos, otros de "aquí nomás", pero la idea es la misma: disfrutar la vida.
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Y aunque algunos regresarán con algunos gramos de más (por lo inmenso de nuestra gastronomía), estoy segura que también regresarán con muchas anécdotas que contar, sonrisas al por mayor, la vista revitalizada y el corazón sanito.
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Para muestra, les dejo algunas fotitos que logré tomar con el celular (jeje, mi cámara está descompuesta :S) del desfile de las delegaciones que participan en las fiestas del lunes del cerro, tradicionalmente conocidas como "Guelaguetza" que no son los bailables, sino que hace alusión a una costumbre que tenemos en Oaxaca: Dar y recibir, es decir... Compartir con los demás lo que tenemos y beneficiarnos mutuamente; en algunas poblaciones se le conoce como "tequio" y consiste en hacer trabajo comunitario para beneficio de la población, como ir a pintar la escuela, barrer las calles, cortar la hierba, abrir senderos, mejorar la carretera, etc. Así que en realidad, lo que se da a conocer como "guelaguetza" muy poco tiene que ver con la realidad; a decir verdad, es una cuestión más comercial... Si tan sólo la cuarta parte de todo lo que ingresa a Oaxaca con motivo de estas fiestas fuera directo a los pueblos que tan orgullosamente vienen a compartirnos su cultura, la realidad en Oaxaca sería otra.
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Aquí les dejo como guelaguetza, unas fotitos del desfile... Por orgullo de las comunidades en reconocimiento de sus tradiciones y su esfuerzo... que no del gobierno.


Delegación de la Sierra Mixe: Habitantes de Santa María Tlahuitoltepec, Mixes.
Por cierto, a unas horas más de camino, se encuentra la población de Alotepec Mixes... Hasta hace 3 años no tenían carretera de asfalto (Ah, pero eso sí, las campañas sí llegan aunque sea a lomo de mula y cada año, se les recuerda en estas fiestas ¬¬)


Delegación de la Sierra Juárez: Sones y Jarabes de Betaza. Los pueblos de la sierra Juárez, han logrado muchos avances en la tenencia de la tierra y son pioneros en la protección del medio ambiente y del uso de sus recursos naturales de manera sustentable, los llamados pueblos mancomunados: Lograron obtener pleno uso de sus recursos naturales (ecoturismo y medicina tradicional) para beneficio de sus comunidades, el dinero que ingresa se queda en los poblados pues se organizan a manera de cooperativas.


Y no podía faltar, Don repartiendo mezcal: Región del papaloapan.



Región de la Costa. Pochutla (sones y Chilenas). La costa es una de las regiones más alegres de mi estado. Pero el reconocimiento a su cultura apenas se está haciendo más evidente, tal es el caso de la reivindiación de "La tercera raíz": descendientes de esclavos africanos que se asentaron en la costa y que tanto nos han enriquecido culturalmente, pero que aún siguen siendo uno de los sectores más marginados.

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Así que ya saben, si un día de estos piensan visitarnos, vayan a los pueblos cercanos, conozcan a las personas... No se queden sólo en la ciudad, que es muy hermosa... Pero sólo es una parte de la realidad oaxaqueña.
Saludos peatoniles.

jueves, 16 de julio de 2009

¿Miedo a las banquetas?

Algo malo pasa conmigo. Seguramente soy yo, porque en varias ocasiones, al salir con algunas amigas, amigos ó familiares (con excepción de mis papás que ya se están acostumbrando), sucede lo mismo.
Por lo general nos damos una vueltecita por el centro, así que dejamos el carro (cuando no llegamos en transporte público) donde quiera que encontremos lugar para estacionarlo y nos seguimos a pie para llegar a nuestro destino. Pero... (aquí viene lo malo) no falta quien tardo y perezoso pregunte ¿Está muy lejos? ó bien, en tono afirmativo levante la voz y diga ¡Queda muy lejos! Entonces me dentengo y pienso -Ya lo veía venir- respiro y respondo - No, sólo queda a cuatro cuadras de aquí- pero la persona insiste, entonces me pregunto. ¿De verdad queda muy lejos? Pero si sólo son cuatro cuadras, ni siquiera de las kilométricas como los boulevares; son cuadras normales, descentes y con banquetas ligeramente anchas... Luego, volteo a verlos y noto ese miedo en sus rostros, entonces comienzo a dudar ¿Le tendrán miedo a las banquetas?, ¿Acaso soy una demente de las banquetas que no le teme a cuatro cuadras? Luego lo pienso mejor y me doy cuenta de que no estoy tan mal y que tal vez, su costumbre sedentaria los haya condicionado a temerle a cuatro cuadras.
Es entonces cuando viene a mi mente un artículo que apareció publicado en la revista "emeequis", titulado "La generación extra-extra grande", que de inicio ya te da una idea de cuál es la situación que se vive actualmente en nuestro país. Para empezar, nos presenta datos muy obesos (alarmantes), cuyas cifras nos sitúan en los primeros lugares (no para orgullo, eso sí) a nivel mundial en obesidad infantil, para no hacerles largo el cuento México se está convirtiendo en un país de gordos.
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"Son los integrantes de la generación extra-extra grande, niños y adolescentes con 40 ó 45 kilos de sobrepeso, medidas descomunales, propensos a enfermedades vinculadas con la obesidad y que los llevará a la muerte en un plazo no muy largo.
Hoy los niños presentan dolencias antes unicamente diagnosticadas en adultos: problemas pulmonares, alteraciones respiratorias durante el sueño; cálculos biliares e hígado graso, pubertad precoz, quistes ováricos y atrofia del órgano sexual masculino; diabetes, insuficiencia renal, colesterol alto, hipertensión, tendencia a la trombosis; deformación en los pies, deterioro de la cabeza del fémur y riesgo de fracturas del antebrazo; transtornos neurológicos y psiquiátricos, alteración de la visión, depresión...
Por si no bastara, padecen una atroz discriminación y una marcada angustia por la estigmatización. No, esta nueva generación extra extra grande no la pasa nada bien".
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Uy... pues leyendo lo anterior, de verdad que lo pienso mejor y me da gusto no temerle a las cuatro cuadras, que igual no es un maratón, pero sí hacen una mínima diferencia. Lo importante ahora es tratar de ser constantes y cuidarse, porque con esta crisis, el médico y las medicinas no están al ancance de todos; aunque irónicamente, los alimentos tampoco.
Y a todo esto ¿No se les hace tonto? que en países como el nuestro, padezcamos de una república gorda por partes (que no es equitativo, eh), mientras que en otros lares hay gente que muere de hambre y desnutrición.
Tan sólo, a inicios de mi servicio social, me tocó ir a una comunidad de desplazados en Chiapas por una semana y de verdad que las condiciones de vida de esas personas (nuestros semejantes) están muy por debajo de una vida digna, o no se cómo le llamarían a comer frijoles con tortillas mañana, tarde y noche por todos los días, dormir en piso de tierra y de paso ser acosada por las pulgas y rezar porque el café que te llevas a los labios sea preparado con agua hervida... Si yo lo viví por una semana, ¿qué será ellos que lo viven todos los días?
De verdad que somos afortunados y aún así, muchas personas no se cuidan. En un extremo está la obesidad mórbida, mientras que en el otro están la anorexia y la bulimia... Y en el centro, el hambre y la desnutrición.

¿A cuál le van?
Cuídense mucho y recuerden: ¡Coman frutas y verduras!
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Bibliografía: Díaz G, Pedro. La generación extra extra grande. Disponible en: http://www.m-x.com.mx/xml/pdf/107/20.pdf

lunes, 13 de julio de 2009

Peatón a cuatro patas

En esta ocasión (que no a falta de temas para comentar) les presento a "Baguette", el perro que vive en la privada donde se encuentra mi casita. Lo llamamos con ese nombre porque fue el primer alimento que le dimos cuando recién nos mudamos a esta tierra de nadie (de verdad, vivo casi en la nada) y él era de los pocos residentes que habitaba el complejo de casas vacías.
Al día siguiente de la mudanza, llegó a nuestra puerta a hacernos una visita; se quedó parado en medio del patio delantero y nos miró con sus ojotes negros y meneando la cola, olfateando a su alrededor tratando de memorizar a los recién llegados; yo creo que lo que olió le agradó porque 5 años después, Baguette sigue aquí y para nuestro gusto, es nuestro amigo, que no nuestro perro; porque si algo hay de cierto es que Baguette no es perro (y menos gato) de nadie.
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No sabemos de dónde llegó Baguette ni tampoco su nombre real (algunos menos creativos lo llaman "blanco" ó Fido) o su edad (jovenzuelo ya no es), pero no lo objetamos, nos agrada. Sospechamos que huyó de sus antiguos dueños (de alguna casita metida entre los campos) pues tiene huellas de maltrato que se pueden ver en sus muchos temores (al agua o a las varitas). por eso acariciarlo es una proeza.
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Lo pata de perro lo tiene en su genética y es motivo de sus desapariciones por varios días para incursionar en amores perrunos, muestra de ello son la gran cantidad de "heridas de guerra" que trae de regreso; pero ahora sólo sale a menudo y regresa pronto a casa para echarse en algún lugar soleado (el paso de los años ya se le notan), vigilar su territorio y de paso venir a la puerta de mi casa (o de la vecina) para pedir su ración de alimento y si está de humor, jugar un rato con nosotros.
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Esperamos que nos queden más años de Baguette pues lo que sí está claro es que más que un guardián o un perro ornamental, este cuadrúpedo peatón es un gran amigo.

sábado, 11 de julio de 2009

Días de fiesta



Tras algunos días de ausencia en el universo "bloguero", regreso con los pies algo cansados, el cuerpo medio maltrecho por las mojadas que me he dado y con una sonrisota por las alegrías que he vivido.


Ya se que esto es noticia vieja, pero no me canso de decirlo: ¡YA SON VACACIONES! Muchas felicidades a todos y todas, pues estoy segura que después de tantos altibajos en lo que va del año (unos días más de la mitad), nos merecemos un momento de reposo y distracción. Espero que este verano sea divertidísimo, prometedor, lleno de sorpresas y rutas por recorrer; y aunque no tengan planes o mejor dicho presupuesto para emprender un largo viaje, es posible encontrar lugares interesantes y emocionantes si nos tomamos unos días para recorrer nuestras ciudades y pueblos cercanos a pie.

Por mi parte, esto de ser peatona parece estar en mis genes y aunque mis padres ya no suelen caminar como antes, afortunadamente aún disfrutamos de recorrer una y otra vez nuestra pequeña ciudad (Oaxaca), especialmente en estas fechas cuando mi estado se viste de gala para compartir con el mundo parte de nuestras tradiciones y cultura, así que si pueden darse una vueltecita por estos lares, estoy segura de que no se irán decepcionados (no si los eventos culturales son lo suyo) y más de uno/una regresará a casa con muchas historias que contar y bastante alegría en el corazón... Y es posible que con algunos gramos de más.

En fin que esto de ser peatona tiene sus recompensas; no sólo las que se pueden ver a simple vista (¡ejem!... cof, cof) sino también me ha dado la oportunidad de observar y conocer personas interesantes, algunas muy peculiares, otras algo bizarras y una que otra despistada a quien de paso ayudo a encontrar el camino o a seguir otro nuevo (no siempre doy con las calles, más bien las encuentro) por lo que hasta de guía de turistas la he hecho (solicitudes de información, pedir en comentarios).

También en mis muchas andanzas por las calles oaxaqueñas (pata de perro, como yo sola diría mi mamá) me he sorprendido al descubrir obras de arte, que no necesariamente están en galerías o museos, sino que en su mayoría son expresiones anónimas concebidas por algún solitario nocturno para disfrute público. Y con menor frecuencia, pero no sin sorpresa, de vez en cuando, hasta me he encontrado la suerte en alguna monedita escurridiza que se hartó del bolsillo que la portaba y esperó pacientemente a que mis pasos la toparan.

Así que si aún no sabes que hacer en estas vacaciones... Viste ropa cómoda, átate los cordones de los tennis y salte a caminar, incluso si no tienes una ruta planeada, muchas veces las cosas sencillas e improvisadas son las mejores, no en balde nos dice la canción "caminante no hay camino, se hace camino al andar".
¿No lo crees?
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P.S. En imagen: "Vela istemeña" recorrido por una de las calles de la ciudad de Oaxaca. Mujeres del Istmo de Tehuantepec, vistiendo el tradicional enredo, con huipil y portando el resplandor.

lunes, 6 de julio de 2009

¿Dónde quedó la amistad?

Vale, no pensaba sacar esto a conversación... esto que es tan digno de "tengo insomnio y no se que contar", pero la verdad es que ahora estoy muy enojada y sí, tengo mucho que decir, aunque tenga algo de sueño.
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Lo confieso: Soy Víctima. Sucede que después de algunos malos entendidos... Más bien, entendidos a conveniencia, fui objeto de una cacería de brujas (claro, la bruja era yo), eso me pasa por querer ayudar a quien me lo pida, especialmente amistades... Pero no contaba con que después se hacen los desentendidos y hasta se unen con el "enemigo" que combatían con tal de no quedar excluídos.
Así que les cuento: antes tenía muchas amistades (o eso creía) y aunque no soy la mar de popular, me sentía muy contenta por tener "muchas amistades". Claro, eso de tener muchas amistades es de esperarse de alguien que respeta y se lleva bien con quien le respete. Además no soy mala persona, sólo un poco desordenada, algo ingenua y un tantito egocéntrica, pero me consta que no soy mala persona y aunque no le llego ni a los talones a la madre Teresa o a gente de "payasos sin fronteras" ó "médicos sin fronteras", mi vida no va tan mal y de repente me visto de ángel.
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¿Qué por qué me quejo? ¡Ah sí! El golpe duro vino justo de mis "muchas amistades". Resulta que después de intentar ayudar a salvar un club que entre otras amigas habíamos creado para Otakus como nosotras (de repente llamados "frikis"); el asunto se hizo más grande, quienes se quejaron conmigo y me tomaron de portavoz, se hicieron los desentendidos y no faltaron los rumores que fueron de lo más absurdo. Claro, pocas veces las personas se sientan a dialogar y en vez de eso comienzan la cacería de brujas... y aunque mi vela en el entierro era pequeñita, me tomaron por bruja ¡Auch!
Afortunadamente me salí de ahí a tiempo de salvar mi ego... pero nadie más me siguió en el exilio ni abogó por mi, así que tristemente me alejé, cortanto vínculos con todos y todas las que alguna vez formaron parte de mi sección de "amigos" y aunque confieso que fui un poco injusta al ser pareja tanto con "inquisidores, chismosos e ingenuos" lo cierto es que quienes se suponían mis amigos brillaron por su ausencia.
Así que me alejé de ahí, con mi nueva categoría de "bruja perseguida pero libre"a vivir nuevas experiencias, desarrollar nuevas habilidades, aficiones y obsesiones e intentar con nuevas amistades, obteniendo muy buenos resultados, algunas decepciones y muchos "valió la pena".
Mientras tanto, a lo largo de los cuatro años de ese asunto hasta ahora, comencé a retomar ciertas conversaciones con algunas de esas amistades y poco a poco la reconciliación conmigo y mi "rencor y desconfianza" se hacen a un lado para dar una segunda o tercera oportunidad (hasta eso, ¡caray!)... Pero la cosa no acaba ahí.
Hace dos meses, me enteré que a esta peatona (bruja, encantadora de serpientes, lectora, bloguera y otros etc) le salió difamadora oficial. Claro, no hay mal que por bien no venga y no faltó en ese periodo quien se aprovechara y creara una historia de rumores dignos de la persona vulgar que es y se divirtiera de lo lindo escupiéndolos, incluso frente a quienes se juraban "mis amigos", para de paso querer ocupar mi lugar de "diosa divina" (¡Juar!.. Algo así, más bien de amiga estrella). Para no ir tan lejos; Sólo uno de tantos le dijo que se calmara y el resto... sólo escuchó y no dijo nada.
Ese es mi nuevo dolor, de dos meses hacia acá. La imparcialidad de esas amistades frente a alguien que de simple viborita pasó a ser anaconda (y gorda, para ser más específica)... Lo cual me hace pensar que en la amistad, la imparcialidad es igual al cinismo.
Lo peor de todo es que incluso ahora, que uno que otro me cuenta algo más o me confirma las habladurías de la anaconda gorda... nadie hizo nada. Y de nuevo, la ironía de la vida; no falta quien se molesta y me dice que estoy haciendo una tormenta en un vaso de agua, ó hasta se molestan ¿Es que ahora el quejarse es un pecado más grande que el insulto y la difamación a un amigo? ¿Dónde me metí estos cuatro años de exilio en el messenger y otros lares cuando el quejarse se volvió pecado grande?
¿Es que ya no existe la fidelidad en la amistad?... ¿O acaso nunca hubo amistad?, ¿es que la amistad no es cosa seria? Demasiadas preguntas, demasiado sueño y demasiado tarde.
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Lo cierto es que no creo en amistades a medias (o eres o no eres), así que mientras tanto a estos los dejo en compañía (u otra categoría), con sus honrosas excepciones, claro. Ahora tengo muy pocos amigos y la mayoría está fuera de eso.
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Lo que si, es que la anaconda gorda está superada, no así olvidada, pues aunque nunca fuimos amigas y más bien conocidas, tampoco le hice algo para que la tomara contra mi. Se que me acusa de tener más amigos que ella, y se que se esfuerza por llamar la atención, pero la verdad es que sólo se necesita ser una misma y listo... así que no tengo la culpa de ser yo y caerle bien a la gente (claro, no a todo mundo, pero si más que a ella jejejeje).
Ahora lo que quiero superar es el dolor y la incógnita de la amistad con aquellos que me dicen "olvídalo, ya déjalo ir" (mientras por su mente pasa "aunque yo no hice nada por defenderte").
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¿En qué quedará esto? Espero que este asunto no se prolongue y resuelva mis incógnitas, recupere la confianza en esas amistades o de plano, me decida por el borrón y cuenta nueva.
No se pierda la próxima emisión de "Las peatonas también lloran".

sábado, 4 de julio de 2009

Hoy es domingo...



Ya es domingo y el panorama me pinta algo incierto. Por un lado, los domingos en Oaxaca son bastante tranquilos, especialmente desde que el zócalo sigue tomado y los eventos culturales se han reducido o cancelado, un tanto por el plantón y otro tanto por las lluvias. Sin embargo, opciones para divertirse siempre hay, es sólo cuestión de buscar espacios alternativos o bien, desempolvar algún juego de mesa que hayamos dejado olvidado en el vagón de los recuerdos.

Hoy es domingo. Nos levantamos temprano, listos para ir a caminar al tequio (parque deportivo) y recorrer los 5km que componen la pista; todo iba bien hasta que nos alcanzó un señor y después de recomendarnos cómo respirar mejor (que se toma en cuenta, pero la sugerencia no es muy buena) se alejó corriendo no sin antes decirnos ¡No le vayan al Pri eh!... Fue entonces, cuando recordamos que hoy domingo, hay elecciones.


!Caray¡ llevamos más de un mes hablando y oyendo hablar de las elecciones y justo el día de hoy las olvidamos; y no es para tanto, pues la verdad es que no nos emocionan demasiado y después del 2006, mis primeras elecciones, perdí la poquita confianza que le tenía a las instituciones. Sin embargo, entiendo que es un deber y derecho ciudadano; así que después de estirar los músculos y de ir a desayunar, nos estamos alistando para ir a nuestras casillas y emitir ó anular el voto (que es lo que estamos pensando en casa)... Eso sí, ni de chiste pensamos en el pri.

Así que si algún perdido ó perdida en el océano de blogs se topa con esto y no ha ido a votar, piénselo seriamente. Lo más probable es que la situación siga igual en nuestro país, pero ir a las urnas (a votar ó anular) es participar, abstenerse no lo es.


Lo que si es seguro, es que votemos, anulemos ó no votemos, siempre habrá ganones...


Reporte de la semana: Más de 60km recorridos de acuerdo a mi celular... ¡Juar! Esta peatona sigue en forma.

P.S. Imagen de Felipe, con perdón de Quino.




lunes, 29 de junio de 2009

En el transporte público te veas

Pues hoy me fui al centro desde temprano a hacer algunos encargos con mi mamá y de paso a pagar los dichosos libros que espero tener en mis manos muy pronto. Así que como buenas peatonas, usamos el transporte público y nos dispusimos a vivir sus consecuencias que son tan variadas como lo son el transporte en sí, los choferes y quienes los usan.
Podrían escribirse tomos completos de "historias de usuarios del transporte público" y no exagero si les digo que hasta dan cabida parar ser ordenadas alfabéticamente y hasta por género, pero en esta ocasión, sólo compartiré con ustedes las más comunes; a saber:
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1. Están las historias de suspenso (porque no sabes cuándo te va a tocar), que involucran a policías y ladrones, que aunque vienen siendo casi lo mismo, la primera especie se distingue por el uniforme de digamos "gala", mientras que los otros van de civil. ¿Quienes si no? Los usuarios del metro o de los micros en la ciudad de México tienen infinidad de anécdotas que contarnos. Pues los que no fueron asaltados en bola, al menos han sido bolseados. Lo que no hay que dejar escapar, es que estas historias comienzan a extenderse por toda la república y aunque no sean tan sonadas, siempre hay que estar alerta.
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2. En otro apartado menos sutil, pero poco desligado del primero, están las historias de terror, que varían de acuerdo a la fobia de los usuarios: Están los claustrofóbicos que casualmente se suben al metro en hora pico y por más que no quepa ni una pulga, la gente sigue empujando para que tratar de entrar o bien, tratar de salir... O en dado caso, tratar de RESPIRAR.
Otro aspecto que causa absoluto pánico es el gusto por algunos "conductores", esa especie tan histriónica que nada le teme al qué dirán y menos a la vergüenza pública. Así que nos hacen partícipes de sus gustos y aficiones. Quien no se haya chutado un concierto de "lo mejor del reggeaton 2008", una antología de narco-corridos y cumbias (en remix, ¿por qué no?) y de paso estar a punto de sufrir un ataque de epilepsia provocado por las luces neón en un camión, que de paso tiene un altar a la virgen de Juquila; puede saltar sin ningún problema del bungee en tres segundos.
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3. Superación personal: Ligado al anterior, se encuentran los pensamientos de miles de pasajeros que una y otra vez se han de repetir: si puedo soportar esto, puedo con cualquier cosa.
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4. Otras historias nada sutiles, se pueden catalogar en "erotismo", aunque más bien sería "pervertismo" pues uno, especialmente una, puede pasar de ser usuaria común a objeto del deseo. Historias hay miles, pero las más comunes se manifiestan con un arrimón sin intención, una embarrada o bien una nalgada. También hay que estar alertas y ante cualquier mirada extraña, lo mejor es cerrarse la chamarra y hacerse a un lado.
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5. Realismo mágico ó lo real maravilloso: ¿Qué mejor ejemplo de esto que un viajecito en camión?
Desde el momento que estiras la mano para que el camión se detenga, hasta el momento en que tocas el timbre que suena a vaca, risa de pájaro loco ó grito de tarzán (créanme, los hay) pasas por toda una experiencia que pareciera cuento de García Márquez. Primero, te topas con el chofer que te dice: pásele, atrás hay lugares, como si el camión tuviera mil metros de largo y miles de asientos para elegir; si de suerte consigues sentarte, ruega a quien creas conveniente que no te toque algún loco como acompañante o bien que no se te encimen si te toca sentarte del lado del pasillo. Qué mejor si tu asiento va alejado de las bocinas tamaleras que ciertos camiones suelen llevar (ciertos...)... Pasado esos primeros diez segundos, lo demás consiste en confiar en que el chofer se lleve bien con el freno, las velocidades y esperar que en su adolescencia haya jugado videojuegos y conserve la habilidad para sortear carros, perros, personas y baches.
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La lista es larga, no así las horas y como hoy caminé lo que la semana pasada no, mis pies, cadera, ojos y toda yo reclaman la cama con absoluta justicia. Lo que si les digo es que hoy sobreviví a un chofer con tortícolis, pues su mirada estaba clavada en su compañero de conversación y a otro con aires de locutor (por aquello de ir hablando por radio), esto me hace pensar en lo afortunada que soy al estar escribiendo esto.
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Besos, nos vemos luego.

sábado, 27 de junio de 2009

Dos peatonas en un día gris

Amanecí hecha bolita, como gato; apenas me di cuenta de que ya era de día pues el sol no había invadido la habitación a pesar de que ya eran las once de la mañana y ni mi mamá había intentado despertarme, algo pasaba.
Cosa extraña, mi cabello amaneció hermosamente alborotado, caprichósamente ondulado y yo sin planes para lucirlo en la calle. Cuando bajé me encontré a mi mamá en la cocina terminando de preparar el desayuno, fue entonces cuando mi estómago me dio primera señal de estar despierta, ¡Ah! Porque lo del cabello, me hizo creer que seguía dormida.
Este día teníamos que ir al banco a hacer el pago de unos libros que encargamos a la libería el Sótano, pero entre el desayuno, la televisión matutina y la vanidad femenina, llegamos demasiado tarde para el banco y hasta para enterarnos que hoy hubo marcha gay con show y todo, y nosotras con las ganas de sacarnos el aburrimiento del cuerpo.
El día definitivamente era gris, pero no del gris animoso de los días nubladitos que tanto me gustan, sino un gris aburrido, chocante, perezoso y pegajoso. Incluso algunas personas parecían contagiadas de la enfermedad gris del aburrimiento. Poco faltó para que mi mamá y yo regresáramos inmediatamente a casa, pero no tenía ni 20 minutos que habíamos puesto pie en el centro, así que nos fuimos a dar una vuelta tratando de desempolvar la pereza.
Un corte de cabello nuevo y una hora después, decidimos que lo mejor era ir a la librería "La Proveedora" (uno de mis lugares favoritos en Oaxaca) a curiosear y de paso hacer hambre. Fue ahí donde, entre polvo de libros y varios títulos, me enamoré de un libro de recetas para postres y claro que después de hojearlo salí de ahí con hambre y con la promesa a mi misma de regresar por ese libro.
La parte buena vino casi al final, después de haber comido copiosamente y salido a dar otra vuelta, pero ya de regreso, por casualidad pasamos por el Museo de la Filatelia, qué lugar tan más lindo y agradable; desafortunadamente ya estaban por cerrar así que nos colamos rápido a la tienda para comprar una postal y una barra de laca dorada que pienso enviar como sorpresa de cumpleaños (la postal, claro) a alguien muy importante para mi en estos dos últimos años.
Por último, salí de ahí con otra promesa, regresar por un juego de sellos de madera con figuras de geisha... bastante divertido el asunto de recordar la infancia volviendo a decorar las hojas con sellitos.
Por lo pronto, estas dos peatonas regresaron a casa tan cansadas y empolvadas de aburrimiento que yo sigo pensando:
Definitivamente fue un día gris...

jueves, 25 de junio de 2009

El precio de la calma o bien, de vivir lejos.

Por alguna extraña razón, a mis padres les ha dado por vivir en lugares algo alejados del centro de la ciudad. Ya sea por perseguir la calma de las zonas apartadas y alejarnos del estrés del tráfico, o bien por mera comodidad y posiblemente el vivir en un lugar casi "inalcanzable" puede ser motivo para que ciertas personas o familiares nos vean justamente como eso: "inalcanzables" debido a que vivimos lejos.
Claro que esto de vivir casi como hermitaños también tiene sus desventajas, que en mi situación de peatona son muchas. Para empezar, sólo exiten dos rutas de transporte público que conectan a mi casa con la civilización y a esto, se le une el servicio de taxis colectivos, cuyo pasaje cuesta casi el doble que el camión y ambos por lo general son bastante ineficientes.
Así que mientras trato de curar mi impuntualidad (y no es que siempre sea mi culpa), parece que el sistema de transporte público quiere sabotearme. Para empezar, salí con tiempo suficiente como para llegar a tiempo al centro, pasar por el puesto de revistas y llegar a mi clase de yoga, sin embargo, me quedé esperando en medio de la nada (bueno, a un lado de la única miscelánea a la redonda) viendo cómo pasaban los colectivos atiborrados de gente y más adelante, divisando la mini terminal de las dos rutas que llegan al complejo de 50 casitas donde vivo, llena de autobuses estacionados y yo, esperando.
30 minutos y algunas maldiciones después, como visión de oasis en el desierto, pasa un colectivo con espacio para una persona y ni tarda ni perezosa, pero sí atrasada, me trepé... Sin embargo, por más que traté de esbozar una sonrisa por ir ya en camino, no logré contentarme y ni la visión de mi tapete de yoga me alegró el viajecito. Lo cierto es que después de un poco de tráfico, una parada y dos piropos en la calle, llegué casi a tiempo a mi clase.
Sinceramente no me consuela que otros compañeros hayan llegado más tarde que yo, pues no se trata de eso... Lo que sí, es que la clase estuvo genial, conocí nuevas posturas de equilibrio, me reí bastante con las ocurrencias de un compañero y estrené un aceitito corporal de tiaré que me compró mi mamá y que deja la piel suave y perfumada (que es lo que se supone hace). Hasta aquí, estaba con mi sonrisa feliz, sin embargo, me tomó como 10 minutos medio borrarla pues el regreso a casa fue igual de desesperante que la llegada, salvo que esta vez, una ligera llovizna comenzó a acosarme.
Ahora se lo que sienten los pollos cuando son transportados, en mi caso, no iba entre pollos pero si con muchas personas apretujadas y empujándose entre sí (que casi es la misma clase de fauna o cuando menos, se le parece mucho), Por fortuna logré encontrar un asiento libre media cuadra después de haberme subido y logré llegar viva a casa y con los cabellos en su lugar.
Mi sonrisa volvió de inmediato, pues fui recibida por el alegre perro "Baguette" (así lo bauticé) que vive en la privada donde vivo y después de alimentarlo y darle unas palmaditas, comenzó a caerse el cielo. Esta vez, contemplé la lluvia desde la ventana de mi salita y de nuevo, la sonrisa volvió a mis labios.

domingo, 21 de junio de 2009

¿Cómo ser un(a) buen(a) peatón(a) y no morir en el intento?

Supongo que algunos se preguntarán el origen del título de este blog y el hecho de que alguien se haga llamar peatona en pleno siglo XXI; aunque la respuesta parece bastante sencilla o incluso obvia, déjenme contarles que hay mucho de por medio.
No es que sea tan pobre que no tenga carro particular (aunque no hay mucha diferencia), pues por las necesidades de esta vida agitada, contamos con dos carros familiares que sólo mi padre maneja (y sí, son algo así como sus dos grandes amores). El caso es que a pesar de tener dos carros estacionados afuera de mi casita ... a mis 23 años aún no manejo.
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--------- (musiquita de elevador) -------
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Bien, ya pasado el espasmo, les diré que tampoco es algo que me deprima o que me preocupe mucho, aunque el aprender a manejar si está incluido en mi lista de cosas que debo aprender pronto... Sinceramente no encabeza mi lista de prioridades, en fin.
El asunto es que esto de ser peatona tiene su estilo y como cada cosa en la vida, también su complicidad. Así que me di a la tarea de escribir este pequeño manaul para futuros peatones o para quienes ya los son y así compartir la experiencia y algunos tips:
1. Ante todo, ser peatón es una cuestión de principios (más que de pobreza). De autoamor y conciencia por el medio ambiente.
2. Compromiso: Un peatón siempre tiene que respetar y darse a respetar, eso quiere decir no arrojar la basura en la calle (para eso existen los botes de basura).
3. Estilo: Ser peatón no es lo mismo que vagabundo desamparado... Cuida tu cuerpo, caminar te hace bien y tus pies merecen un buen trato.
4. Estar atentos: Aunque el placer de caminar aveces nos lleva a un estado de admiración y casi trance, especialmente si nos adentramos en calles muy bonitas; es importar recordarles que las calles están rodeadas por una gran fauna, no necesariamente de cuatro patas, aunque si en cuatro ruedas.
Vivimos en el planeta de los simios y muchos van en automóvil.
5. Cordura: Por muy rápidos y aventurados que sean algunos peatones, no es lo mismo tropezar con otro peatón despistado y romperse la nariz que tropezar con un carro (y un simio al volante) y de plano romperse toda la... Así que no está de más ser precavidos: aprender a usar el semáforo y cruzar por los pasos cebra (es decir, las líneas amarillas que están en todas las esquinas, hasta los beatles tienen una foto famosa en un paso cebra) son pueden salvar. ¡Abusados, eh!
6. Audífonos: Aunque este tip se puede contradecir con otros anteriores, no podemos evitar el llevar nuestra música propia y movernos al ritmo de esta (de preferencia no en público)... El asunto es cuando una se topa con peatones con problemas auditivos que llevan el celular en altavoz, dándonos sin preguntar una muestra de su repertorio musical, que casi siempre es sólo del gusto del portador o ¿acaso a ustedes les gusta el reggaeton? Solucionarlo es muy sencillo, se llaman "audífonos".
7. Se tu mismo: Aunque algunas veces nos da por ponernos lo que no solemos usar o de plano no nos va, es mejor hacer de nosotros un estilo y evitar copiar lo que otro peatón lleve encima, de esa manera evitaremos no sólo la incomodidad sino también algunas ampollas.
8. Peatón precavido: Y a propósito de las ampollas, una bandita adhesiva nunca está de más en el bolsillo (o bolsote, a como más le convenga al portador), además las hay de diferentes tamaños, marcas y hasta colores y diseños, así que también son divertidas y ayudan a evitar ampollas de más.
9. Oídos sordos: Algunas veces, podemos desbordar cierto encanto (algunas veces) y nunca faltará quien se sienta Mauricio Garcés y te grite algún que otro piropo mal intencionado... Lo mejor en estos casos, es seguir con nuestro camino y hacer caso omiso. En caso de que el acosador insista, entonces se puede optar por gritar.
10. Descanso: Si eres nuevo en esto de iniciar una vida más sana y salir a caminar de vez en cuando, nunca está de más irse con calma y descansar... cada cierto tiempo. No es lo mismo decir "me encanta caminar que, me encantaba caminar".
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Bien, espero que estos pequeños tips les sean de utilidad y si de paso les arranqué una sonrisita me daré por satisfecha.
Saludos.

sábado, 20 de junio de 2009

A propósito de hoy...



Tal vez los amables lectores no lo sepan, pero aquí estoy para contarles, que a fin de cuentas de eso se trata ¿no? Sucede que hoy 20 de Junio, es el día mundial del refugiado. Claro que no se trata de una fiesta feriada ni nada por el estilo, al contrario; me parece que es un día para pensar un poco en los demás, especialmente en quienes se encuentran en situaciones críticas ya sea por conflictos bélicos, políticos, hambrunas, desastres naturales, entre otros factores que detonen este tipo de consecuencias.
Se trata más bien de hacer a un lado nuestro ego, al menos por un momento y si no se quiere optar por el activismo, no está de más informarse porque no hay nada más contraproducente que la ignorancia originada por la mala información, que en muchas ocasiones no hace más que empeorar la situación... Y para muestra, les cuento que durante la histeria de la influenza (sí, y no hubo ningún deceso ni contagio entre mi grande familia ni en la de mis amistades, ni en las familias de mis amistades... etc. Por cierto ¿Alguien conoce directamente un caso?) una señora bastante perturbada entró en pánico y comenzó a insultar a cualquiera que se acercara a ella a menos de metro y medio de distancia... En una fila del banco ¬¬ y después de amenazar al gerente, agredir verbalmente a la señorita que da los turnos, pelearse con un señor de la fila y de paso dar muestras de racismo hacia una pareja de turistas holandeses (así es, el primer mundo también sufre racismo) salió del banco amenazando con quejarse en cierto noticiario matutino... No sin antes, cerrar con broche de oro su muestra de ignorancia dejando sus algodones bañados en alcohol en la ventanilla que según ella limpió.
Muestras como la anterior, que nada tienen que ver con los refugiados, pero tal vez si con el origen de varios problemas me hacen pensar que no necesariamente dimos el salto evolutivo y que seguimos viviendo en el planeta de los simios.
Pareceré disco rayado si les digo que la situación mundial está cada vez más "pior" y no me extraña que haya gente gritando que el apocalipsis se encuentra a la vuelta de la esquina. Sin embargo, también existen muchas personas en diversas partes del mundo que están tratando de hacer de este planeta un lugar mejor para vivir, gente que trabaja en ONG's o por su cuenta propia. Lo que si es cierto es que no se necesita unirse a médicos sin fronteras ó payasos sin fronteras, ó psicólogos sin fronteras o al cuerpo de paz más cercano. Basta con cambiar un poquito nuestra actitud respecto a quienes nos rodean y no aportar más a nuestra ya de por si jodida existencia.
¿Qué les parece?

Un nuevo inicio

Parece cosa de risa, pero las tragicomedias de la vida suelen conducirnos, por muy trágicas y tristes que sean a tomar rumbos poco explorados.
Verán ustedes, cual historia de ciencia ficción, hoy me inicié en el noble y difícil arte de la repostería... O al menos esa es mi intención. Así que después de haber dado un cierre a una relación muy bonita pero lamentablemente terminada a distancia con un chico por demás genial y peatón como yo. Ayer me di a la tarea de recorrer media ciudad a pie, claro... Con mi tapete para yoga, mi maletita con mi ropa blanca, sudada y mis artículos de baño y otras monadas que las chicas solemos llevar en el bolsillo (o bolsote, a como mejor nos acomode) y sortear calles medio congestionadas hasta llegar a una tienda de autoservicio y surtirme de cocoa en polvo y harina suficiente para abortar varias misiones de proyectos para pasteles, muffins y panquecitos.
Afortunadamente para mi condición de peatona con aires de repostera, las cosas no salieron tan mal y sólo tuve que abortar el proyecto 01: un lindo panqué integral con manzana que no tuvo la suerte de ver el fondo de los estómagos de mis padres y amistades pues al parecer me entusiasmé al amasar la mezcla y el resultado no fue el esperado. Sin embargo, la charola de muffins de plátano que preparé mientras esperaba la fallida cocción del "piedra-panqué", tuvieron mejor suerte y destino; pues hasta mis vecinas se arriesgaron a probarlos y hasta a pedir pilón (espero que no necesariamente por cumplir con la etiqueta de invitado)
De verdad espero que no tengan una reacción alérgica o algo por el estilo, porque entonces esta historia realmente será más trágica de lo que ya es (recuerden que comenzó con un final... civilizado, pero doloroso). Aunque pensándolo bien, esta historia también tiene su parte cómica, hay personas que lidian con su dolor llorando, odiando, persiguiendo (al sujeto -objeto en cuestión), comprando (sólo para carteras algo alimentadas y no como la mía que anda en desnutrición), buscando, escondiéndose o dándose la vida loca... Para todo hay en esta vida, incluso para la repostería como es mi caso. Espero mi nuevo pasatiempo (en tiempos de lluvia) aguante la paciencia y consejo de mi madre, el bolsillo de mi padre (por lo de la cuenta del gas) y la salud de quienes prueben mis proyectos. Por lo pronto, yo seguiré caminando en esto llamado vida.

Saludos.