martes, 14 de junio de 2011

Esa fea sensación...

¿Cuántas veces no hemos escuchado la sentencia "ten cuidado con lo que deseas, porque se puede hacer realidad"? Y aún así, a pesar de tantas advertencias seguimos deseando eso... Lo deseamos tanto que, en el momento menos pensado sucede y no siempre la sensación que nos queda es la satisfacción que esperábamos.

Hoy me siento mal. Desee tanto que se acabaran las indirectas, las malas vibras, las miradas de muerte, el acoso del que fui víctima durante una semana y media por parte de una compañera de la universidad, que creyéndose dueña de mi amistad comenzó a vigilarme y a sentenciar mis actos, mis amistades, mis comentarios, mis conversaciones con otras personas que no fueran ella. Primero fueron indirectas en el facebook, luego miradas feas en las prácticas y posteriormente una discusión por escrito que culminó en un ¡Ya déjame en paz! de mi parte.

Soy una persona tranquila, me gusta la buena compañía, el buen comer, adoro los libros y sí, es cierto, soy un poco solitaria y distraída. Disfruto de mis amistades, que en realidad son poquitas, aunque siendo honesta suelo llevarme bien con casi todo el mundo; en realidad le huyo a los conflictos, pero pareciera que soy un imán para los mismos.
Por algún motivo, la gente necesitada me busca y yo pocas veces digo "no"; casi siempre estoy para quien necesita ayuda, me gusta solidarizarme, apoyar, escuchar... Lamentablemente no siempre es recíproco y por lo general la gente suele pasarse si le das la mano. Eso me pasó con esta chica, y por salud mental corté por lo sano, me retiré cuando noté que las cosas se estaban poniendo feas y la verdad es que no me gusta esa idea de "pertenecer a alguien", ni siquiera con mi novio me pasó eso. No quiero problemas, la verdad creo que el poco tiempo que venimos al mundo lo debemos invertir en tratar de ser felices, no lo contrario.

Finalmente, ante la expectativa de todos mis compañeros, hoy la confronté. Cuando salí de los vestidores ahí estaba ella, esperando, viéndome... Es horrible sentirse vigilada, la verdad no tengo madera de "enemigo público". Por fin ella tomó la iniciativa y se acercó para hablar conmigo, comenzó por ponerme sus condiciones: 5 minutos a solas, sin terceros. La verdad yo no quería hablar con ella, se lo dejé claro en un mensaje de amenaza que le respondí de la manera más diplomática que pude... Pero ella necia, me buscó y me encontró.
Le dije pocas cosas, pero el NO fue lo que más imperó, seguido de un ¡Ya basta!.. Creo que sólo yo hablé; pocas veces me he visto tan intolerante, colérica y temerosa como esta vez, pero nunca, nunca había sido tan cruel.

La confronté y dije cosas que nunca pensé decir, eso de "Nunca fuiste mi amiga y nunca lo serás" aún resuena en mis oídos... Ahora que lo pienso, sólo dije la verdad. Pero aún así... ¿Por qué me siento mal?


sábado, 4 de junio de 2011

Otro café por favor...

El viernes terminé mi primera semana de prácticas en este periodo de verano... Sinceramente no se que estaba pensando cuando a mitad de semestre se me ocurrió inscribir prácticas optativas y la verdad no es lo que había esperado cuando me asignaron a servicio en vez de cocina.

Estoy aprendiendo bastante es cierto, pero la chinga es espantosa, podría quejarme más si me hubieran asignado a Loza en vez de ser mesera... Pero tampoco es para ponerme a lanzar flores y confeti al aire.

Lo cierto es que para la escala "social" de un restaurante, después de cochambre y loza, seguimos los meseros. Quieran o no, los compañeros que están en cocina nos ven un poco hacia abajo cuando salimos con los platos calientes a servir a comensales hambrientos, apurados, estresados, exigentes, gritones, a dieta, especiales, sedientos, bromistas, pesados, preguntones, inseguros, mirones, rabo verdes, prepotentes, y en el mejor de los casos, pacientes.
Tampoco digo que los de cocina se lo pasan bomba, pero al menos no tienen que lidiar con las personas que poco o nada saben del movimiento en un restaurante y razón tienen en no preocuparse por eso. Sinceramente en esta profesión no hay lugar para los débiles.

Si estás en busca de equilibrar tu vida, no te apuntes de mesera ya que el primer obstáculo con el que una se encuentra es justamente el equilibrio al caminar, al llevar la charola, al servir el plato, al servir la bebida... etc. El primer día me temblaba la mano para servir una cerveza >.<


De las propinas no me emociono mucho, ya que de todo lo que se junte en estos dos meses y medio que estaremos de prácticas, servirá para pagar todo lo que se haya roto (que según unos compañeros, ya tenemos una lista de espera ¬¬) y si algo sobra, eso se repartirá entre todos los de cocina ( 30 personas) y los que estamos en servicio (14)... Hagamos cuentas.

Bien dicen que nada duele tanto como sentirlo en carne propia. Desde ahora seré menos pretenciosa con el servicio siempre y cuando vea que hagan bien su trabajo, porque es cierto que hay meseros groseros, sucios (me tocó ver a uno que se cubría la boca al estornudar y no se lavaba las manos) y poco capacitados. Eso sí, me tomaré en serio el momento de ordenar, a partir de ahora será todo claro, conciso y por orden para no confundir al mesero y nunca, pero nunca... cambiaré mi orden cuando ya estén sirviéndome el plato, es horrible cuando te hacen eso.


Lo cierto es que de aquí obtendré conocimiento y de paso el ejercicio diario de andar de un lado a otro y cargando cosas se reflejará en la talla de mis pantalones, lo cual no está nada mal. Y de eso estoy muy segura, porque el dolor de cuerpo me recuerda lo que hemos trabajado en estos días... Algo bueno tenía que salir de todo esto ¿no?

Ya saben, si me quieren hacer feliz sólo ordenen "el menú del día", así fomentarán la paz, la armonía y el amor al prójimo, además mejorarán el día de una persona. Así que piénsenlo bien antes de decir "señorita, otro café americano descafeinado, ligerito, no muy caliente, con leche deslactosada light, de preferencia orgánico y me trae dos sobres de azúcar ¿cómo se llama? ¡Ah sí!, moscabado por favor..." ¬¬

Saludos meseriles...

Yukino.


viernes, 29 de abril de 2011

Clase magistral "Cómo perder tu tiempo en tonterías"




¿Alterada?, ¿Estresada?, ¿Has perdido el sentido de la vida?, ¿A punto de abrir una sopa maruchan...? No lo pienses más, tenemos la solución para tus conflictos.


Clase magistral: "cómo perder tu tiempo en tonterías"

Temario:

1. Cómo treparse como chango a un limonar y cortar una cutre lima

2. Cómo no entrar a la conferencia y quedarte a chismear con tus amigas.

3. Cómo encontrar el amor en tus horas libres (sin éxito por el momento).


¡Anímate!


Imparten: Nayeli, Monica y Citlalli (yo)


P.S. No garantizamos el éxito ya que hasta el momento, todo parece ser un rotundo y completo fracaso.

P.S.2. Una vez hecho el depósito, no se aceptan cambios ni devoluciones.

P.S.3 No nos hacemos responsables si alguien sale con éxito.

P.S.4. Quejas y sugerencias, marca 0000 hasta que se te hinche el dedo y espera...



En imagen, Mujeres alteradas 1, Maitena.

viernes, 1 de abril de 2011

Epílogo...


Tras varios días de locos, al fin se termina no sólo la semana más pesada de este semestre (por ahora), sino también se termina el mes...

Por fin se acabó la semana de exámenes y ya me dieron algunas notas, cuatro de ellas muy buenas y una bastante indeseable; pero que le podemos hacer, no soy buena para recordar las fórmulas del costeo y no sabía que se podían apuntar en las hojas de la receta estándar... En fin, que aún puedo recuperarme. Por increíble que parezca, salí bien en mi examen de nutrición y ahora puedo decir que el ciclo de Krebs y la Beta oxidación no pudieron conmigo... Un plus, ahora ya tengo más vocabulario para cuando juegue "basta" (cofactor, coenzima, hidrólisis, escición tiolítica, glucólisis...)

El miércoles comprendí lo que es amar a Dios en tierra ajena; ese día nos enfrentamos al can cerbero... y no es que mi chef se parezca a ese mítico ser, sino que nos hizo sentir miedo ya que tuvimos examen práctico - individual y peor, contra reloj.
Lo bueno es que probamos de lo que cada quien está hecho; así ella se da cuenta de que tan bien nos desempeñamos individualmente, pues el trabajar en brigada no siempre deja ver las habilidades de cada quien... Lo malo, fue que al entrar con 30 minutos de diferencia, (y tener 40 minutos para hacer todo) dependíamos de la rapidez de quien iba adelante.
Cuando entré, mi compañero de brigada tenía las cuatro hornillas ocupadas, todos los utensilios ocupados o sucios y las dos mesas repletas de todo lo que usó y que tuve que limpiar para empezar a trabajar. En lo que lavé y puse a descongelar mi fumet de pescado (en la hornilla de otra brigada), se me fue valioso tiempo que lamentablemente me atrasó 5 minutos en la entrega final, y eso implica -.5 por cada minuto de retraso... Hagan cuentas.
Esta vez no me detuve a medir mis verduras cortadas, y les confieso que algunas parecían más rombos que cubos, (ya parece que voy a estar con la regla midiendo cubo por cubo) pero en otros aspectos me fue bien y casi suelto la lágrima cuando la Chef me dijo: - Y el pescado... Excelente, buena técnica de pochado, bien porcionado, buen sazón... Esto es un buen pescado pochado. - música para mis oídos, al fin.
A todos nos preocupa el tiempo, especialmente porque la primera que entró, se retrasó 12 minutos y entregó cortes mal hechos, mal cocidos, el pescado roto y no terminó su salsa... Que miedo >.<. Sólo nos queda esperar (y hacernos nuestras películas mentales), pero ya que se ha acabado esta segunda evaluación, tiempo es lo que tenemos de sobra, al menos hasta la siguiente semana.

Ahora que estoy sentada en el sillón más incómodo del mundo, mientras les cuento esto, curiosamente empiezo a notar que mi sillón tiene su lado bueno y esta vez lo encuentro tan cómodo que de repente veo borrosas las letras... Debe ser el sueño que traigo atrasado.
Así que para no ser mala chica y no hacer esperar a Morfeo que tan dulcemente me llama (sí, a estas horas), aquí me despido.


Saludos, desde el sillón más cómodo del búnker... Dando al fin señales de vida. Medio somnolienta, pero a fin de cuentas ya es algo.

Yukino Pimienta.

P.S. En la foto: Examen: "filete de pescado pochado, bañado con velouté de vino blanco y una guarnición de verduras cocidas a la inglesa"... se ve sencillo, pero no lo fue. Hice una recreación en el búnker y es por eso que luce tan escueto y no tan bien porcionado.

domingo, 27 de marzo de 2011

Cosas de gastrónomos... (bueno, futuras gastrónomas)

Ayer en el mercado de San Juan...

Personajes: Esta peatona, mi amiga Isa, una hielera y un matrimonio.

Señor: - viendo fijamente la hielera, que custodiábamos como un cofre de tesoro- ¿Qué cosa viva llevan ahí dentro?
Peatona: Pues más bien llevamos algo muerto, un pescado cortado en filetes y mucho retazo.
Señor: Ah, ya se que van a hacer... Tostaditas de salmón ¿verdad? Sí, ya se porque están comprando verdura.
Isa y Peatona: No, vamos a pochar un pescado en un caldo corto.
Señor:... Ah!!
Señora: - dirigiéndose a su marido- ¿Qué van a hacer?
Señor: Van a pochar un pescado.
Señora: ... Mmmmm!!!!
Nosotras: ...... (cri, cri)....


Escalfar o pochar: Cocer una pieza a partir de agua caliente sin llegar a ebullición; se usa para piezas delicadas como el pescado. Por lo general se utiliza un fondo, caldo corto, agua o leche. En sí, el pochado es una técnica de cocción.


viernes, 11 de marzo de 2011

Inconsistencias

Eso de ser ama y señora del búnker es genial.... Incluso no me pesa ser Cinderella si sólo yo ensuciara, pero en mi caso hay un ente en discordia que no sólo ensucia, sino que lo hace muy bien.
Cuando recién llegué al D.F y me instalé en el búnker, mis padres y amigos se preocupaban por mi soledad... La verdad es que una se acostumbra, incluso a no tener tele (pero si internet), además eso de hablar no siempre se me da entre extraños, pero si entre conocidos y ahí no hay poder divino que me calle (aveces, depende de mi estado de ánimo) y eso de hablar sola, pues la verdad que no me acompleja (tampoco es esquizofrenia eh).. A casi todo se acostumbra una, excepto a las malas vibras de quien llega solicitando asilo y te paga con la moneda más pinche: la ingratitud.
Mi roomy no sólo ensucia, nunca limpia, funde focos, mete a su güey (un perfecto desconocido para mi) a vivir cuando yo no estoy y de paso, se atrasa con la renta, tapa el baño, entre otras monadas de la vida fácil. ¿Por qué a mi?.. que maneras son esas de corresponder a quien te tiende la mano desde la secundaria (ahí nos conocimos y nos hicimos amigas.. hasta ahora).
Ya estoy al límite de mi paciencia, al borde de la locura... Se que no se me va a caer la mano por hacer el aseo del búnker (tan chiquito que es), pero tampoco es para que yo me pase la vida haciéndola de señorita de la limpieza. Caray! que también tengo una vida y mucha carga de trabajo; eso de estudiar una licenciatura en Gastronomía no es cosa de juego. No, es un sacrificio extremo, pero que a gusto me siento con esta carrera.

¿Qué hacer cuando las palabras no sirven?
He escuchado hasta el hartazgo que el amor lo cura todo, que con amor todo se puede... y que la paciencia es una virtud que se trabaja día a día... Vale! Me la creo, pero con esta vida ya comienzo a tener dudas y es que cuando la mula no entiende, la piedra menos. En mi caso, ya agoté casi todos los recursos. Oigan... a nuestra edad (un cuarto siglo no es cosa fácil eh) ya no estamos para quejas con los padres, pero en tiempos de desesperación se recurre a todo. Lo peor es que ni eso funcionó.

Hace unos días hice el aseo a profundidad del baño... No les miento; qué a gusto es poder sentarse sin complejos. Vaya que hasta tallé la pared de nuestra "tina vertical" (la ducha, pues) e incluso me desvelé con tal de disfrutar un buen baño tibio, a fin de cuentas me lo merecía ¿no?.. Pues el gusto me duró un día. A la noche siguiente un ruido me dejó pegada al sillón, ella estaba librando una batalla en el baño; me hice una idea cuando escuchaba el correr del agua y nada del sonido final. Fue entonces cuando haciendo acopio de mi valor y mi fe (en lo que fuera, ya no importaba) me acerqué (a distancia prudente, obvio) y le dije: ¿estás bien? Te dejo el cloro en la puerta, por favor asegúrate de limpiar.

Lamento decirlo, pero el vaso está a una gota de derramarse. Me rindo, ya no puedo más... ahora si confieso que es un caso perdido y me parece que sólo hay una salida: Disolver esta "sociedad" en donde ya ni la amistad queda.

Es una lástima, de verdad.

Saludos tenebrosos.
Yukino Pimienta.

domingo, 27 de febrero de 2011

Las mieles del poder...

Finalmente pude darme una vueltecita por la tan anhelada Feria del Libro del palacio de Minería. Después de una tediosa semana de exámenes (que para mi suerte aún se prolongará otra semana) y gracias a la visita de mis padres a la ciudad de la Esperanza (sí, por aquí uno siempre espera) nos dimos al vagabundeo y nos dispusimos a curiosear por cierta plaza (que fresa) y así comprar algunos enseres para embellecer el búnker, o mejor dicho, para hacerlo más habitable (o sea ¿qué es eso de tener el horno en el piso?!) lo que son las cosas, finalmente terminamos comprado otros enseres que, si bien son bastante útiles para la vida diaria en el búnker, no era lo que teníamos en mente (como el aceite gourmet de ajonjolí... bueno, ese si es utilísimo para mi) en fin que una vez saciada nuestra hambre (con helado incluido) y para hacerle honor a eso de "barriga llena, corazón contento", nos fuimos al centro a la feria del libro.

Después de meternos en un edificio anexo donde también hay una feria del libro (de ocasión), nos dirigimos hacia el lugar correcto y créanme que cuando les digo casi me vuelvo loca, en verdad les digo que "casi me vuelvo loca". Para quienes no conocían el Palacio de Minería como esta inculta, y para quienes están acostumbrados a ferias del libro en provincia como las e Oaxaca (que no son malas, pero si bastante pequeñas).. El ver tanto libro junto, de verdad que causa una gran impresión. Lo del zócalo fue cosa de niños comparado con las todas las editoriales que esta vez se reúnen y sus stands a lo grande que se montaron en este espacio. Y por si fuera poco, también hay programadas diversas actividades diarias que van desde presentaciones de libros, conferencias, mesas redondas y talleres para niños, entre otras.

Hoy casi por equivocación y tras haber perdido a mi papá en plena carrera de arrebato por tanto libro, mi madre y yo nos encontramos formadas en una fila, según nosotras para ir a ver la presentación del libro "Maciel", de Carmen Aristegui... Terminamos colándonos en la presentación del libro "Las mieles del poder", del también periodista, Alejandro Sánchez. Y la verdad es que no nos arrepentimos de nada; a este joven ya lo había escuchado antes en el programa de "El weso" donde presentó su libro y comentó algunos pasajes aderezados por la jovialidad de la gente que labora en ese programa... En ese momento dije: Tengo que leer este libro. Pero por azares del destino, cuando me fui a parar a la Gandhi, terminé comprando otros libros que si bien, me sirven para este periodo de exámenes, no satisfacen mi otra pasión: el periodismo.

Para serles honesta, el libro en realidad despertó mi morbo pues trata no sólo un tema tan controvertido como lo es la política, sino que además lo conjunta con otro tema tabú, que es el sexo. Hablar de sexo y política, que no es nada del otro mundo pero si es cosa seria, es un poco jugar con fuego y pólvora... Y sinceramente Alejandro Sánchez lo hace bastante bien.

Los 16 relatos que nos narra, van desde el amorío de Sebastián Lerdo de Tejada y Manuela Revilla, hasta Vladimir Ramos y Mónica Arriola; pasando por los famosísimos Vicente Fox y Martha Sahagún, hasta Santiago Creel y Edith González. Si bien, algunos pensarán que el amor y la política sólo da para algunas planas de Tv novelas (toco madera) o a lo mucho, la revista hola! (otra vez toco madera) me alegra decirles que los decepcionaré porque en realidad se trata de una obra periodística que cuenta con fuentes fidedignas y bien documentadas. Aparte de que la lectura es bastante amena, cuenta con una pequeña sección de fotografías para vislumbrar a los políticos de las historias y de paso, conocer a sus amores.
Lo que no nos convenció fue la organización de la editorial en relación a la presentación del libro, que si bien, conocimos al autor en persona, sólo permitió un pequeño margen para preguntas del público y redujo en mucho, el tiempo de respuesta del autor y el panel de periodistas que estuvo presente. Además de que a la hora de la firma de autógrafos, sólo permitieron el paso a diez personas. Es aquí cuando admiro la astucia de mi madre, que mientras yo me quejaba con la Staff, se coló y salió con nuestro libro firmadito y con dedicatoria.

Así que si en una de esas tienen la oportunidad de pasarse por la Feria del libro del Palacio de Minería, no duden en entrar... Pueden llevarse el arrebato de sus vidas y quien sabe, tal vez encuentren aquel libro que siempre han querido leer, conozcan a algún autor o se enamoren de alguna antología.
Quien sabe, en los libros, todo puede pasar.

Saludos.

Yukino Pimienta

viernes, 18 de febrero de 2011

I will survive

Es lo que he estado pensando desde la semana pasada; en parte por lo complicado de la situación del país, pero para ser honesta, lo que se coló por mi cabecita e hizo que mi ardilla se recostara un buen rato en el diván fue el día de San Valentín. En esta ocasión la realidad me cayó como balde de agua fría, se que no debería importarme mucho, especialmente por mi maña de buscarle la lógica a las cosas. Desafortunadamente no siempre me sale bien, especialmente cuando se trata de la vida... Y del amor.

Por un momento entré en pánico al hacer una retrospectiva de mi vida amorosa y darme cuenta de que llevo casi 2 años de "soltería" y que mis amistades se han ido reduciendo, en su mayoría por las distancias y por perder contacto al dejar de tener algunas cosas en común... Pero luego me dije: Bien, ya estás en otro lado, conociendo gente nueva, empezando una carrera que a decir verdad es tu nuevo amor... No todo está mal. Así que volví a sonreír.

Eso sí, puedo decir que empecé el 14 de febrero con algo de temor. Al principio pensé que sería un día donde el rosa, los globos y el ambiente floral se dejara ver en su máximo esplendor, pero a las 7:00 am eso es un poco difícil ver y la verdad es que me dio gusto pues de lo contrario me terminaría sintiendo como en una peli de zombies, donde una es la única boba que no fue contagiada y anda corriendo por la ciudad infestada buscando refugio.

Lo cierto es que sobreviví al día de San Violentín, que se celebra el 13 de febrero y es un llamado a la NO violencia, cosa que ya es mucho decir en un país como el nuestro. Sobreviví también al San Valentín y hasta me armé de paciencia y valor para acompañar a un buen amigo a comprar algo para su novia, acción que me llenó tanto de nostalgia como de alegría porque de verdad que el chico se ve muy contento.

Sobreviví... No así, al amor. Aquello que pensé no me pasaría, me pasó y debo decir que es lo más extraño, aventurado y tonto de este momento; porque contra toda lógica y sin razón, me voy "enamorando" (o gustando?) de un chico con el que nada tengo que ver excepto la universidad, la carrera y un amigo en común. Fuera de eso, el chico apenas y se percata de mi existencia.

He comenzado a pensar que alguien allá arriba se divierte de lo lindo al ponerme esta piedra en el camino, pues ante la idea de no querer creer en el "amor a primera vista", me doy cuenta de que eso es exactamente lo que me pasó. Bastó una hora a lo mucho, para que me viera, lo viera, nos "presentáramos" a nosotros mismos (porque a mi amigo eso de las cortesías entre desconocidos no se le da mucho) y todo pasara al olvido... Pero un sticker se me pegó y resultó ser la pegatina del gusto, de la que me di cuenta como un mes después (para variar).
Ahora debo lidiar contra la frustración del "amor" ( o gusto?) no correspondido, de la pena al topármelo y apenas poder balbucear un hola y de la extraña incoherencia de la vida.

¿Dónde quedó el altruismo en el amor?, ¿es posible blindarse, escapar?... ¿Encontrarlo?

Eso sí, de esta sobreviviré... Aunque termine maltrecha, esto llega a olvidarse ¿o no?

Reflexionando desde el búnker.
Yukino.

lunes, 10 de enero de 2011

Fomentando la caries...


Ayer terminé mi repartición de obsequios navideños. Como es costumbre, cada año acostumbramos a adornar la casa con dulces para no tener que estar guardando los arreglos cada año y acumular polvo.

A decir verdad, no se de quien fue la genial idea de adornar con dulces... siendo honesta, supongo que mía. Aunque suena como algo bueno (y en verdad lo es), debo decir que por culpa de esas navidades con dulces, me he ganado la reputación de proveedora de delicias entre mis sobrinos y es por eso que hasta mis padres (aquí entre nos) me han de ver como la versión femenina de Willie Wonka ¬¬

Esta idea les vino en la primera navidad que al quitar los adornos, hicimos bolsitas con los dulces y comenzamos a repartirlos entre los pequeños de la familia. Ahora es común que cuando llega alguna visita con niños a casa, me pidan que les obsequie dulces... ¡Ajá! ¿y de dónde los voy a sacar si llegan a visitarnos en pleno verano?!!!

Es por eso que previniendo posibles pedidos a futuro, en estas fiestas junté un gran arsenal de dulces capaz de poner de cabeza al más arduo dentista. Así que para prevenir la caries, el aumento en los niveles de glucosa de mi familia, y ataques de ansiedad; ya ubiqué algunos escondites para evitar hurtos y cual ardilla que guarda sus nueces, he ocultado algunos dulces como reserva para obsequios repentinos.

Saludos,
"Wihelmina Wonka"