viernes, 13 de abril de 2012

Mi fe en el sistema de transporte colectivo...

Hoy hicimos una actividad en clase de fenomenología. El ejercicio consistió en hacer una torta o un sandwich que reflejara nuestra personalidad y algunos aspectos de nuestra vida cotidiana. El mío empezó así:

Ingredientes:
- Dos rebanadas de pan integral de caja (por aquello de la practicidad)
- Vampiras, un libro recopilatorio con las mejores historias de mujeres vampiras aparecido en Valdemar (por aquello de que me gusta leer).
- Una tableta modida de chocolateToblerone (porque no me pude aguantar a que pasara el ejercicio).
- Un dibujo de un fantasma que representa mis miedos (como que Vicente Calderón exista y nos quiera gobernar, o que se me queme el arroz, entre otros).
- Una impresión de una de mis fotografías favoritas (tomada por mi misma!!!)
- Un DVD de "Violines en el cielo", una de mis películas favoritas (Porque me encanta el cine, lo que no tengo es dinero para ir seguido).
- Una pluma fuente (porque me encanta escribir, aunque tenga mala letra y muchas ausencias en mi blog)
- Una llave con llavero de galleta (porque me encantan las galletas y como luego olvido las llaves en mi locker, me compré uno de esos llaveros a ver si así me acuerdo).
- Una "pirueta" porque si fuera una galleta sería una pirueta: Por chiquita y agridulce.

- Una tarjeta del metro: Porque al ser peatona por gusto, convicción y necesidad, debo tener muuucha fe en el sistema de transporte público.

¿Qué tal?, ¿Se les antoja?

martes, 6 de marzo de 2012

El problema de llamarse Citlalli

... Pero antes de proseguir: Felicidades Maestro Gabriel García Márquez por sus 85 años. Muchas gracias por sus letras, sus historias y sus extrañezas.

Para empezar, adoro este que es mi nombre; aunque debo confesar que me costó un poco de trabajo congraciarme con el mismo. Supongo que todo empezó en la secundaria, cuando empiezan los cuestionamientos, el encontronazo con la construcción de la identidad y demás factores que hacen de la adolescencia una monada.
Me hice de varios nicks, de los cuales aún conservo tres, uno por costumbre, otro por convicción y el último por amor; y por momentos dejaba de llamarme Citlalli, sin embargo, hasta hace dos horas no se me había ocurrido que llamarse Citlalli puede traer un poquito de problemas. He aquí algunos.

1. Nadie, o casi nadie (excepto tus padres y tu, claro) saben escribir correctamente tu nombre cuando lo escuchan por primera vez. En este punto, puedo asegurar que lo he visto con Z, con S, con X, con una l, o Y... etc.

2. Cuando les dices que lleva doble "l", empieza la bulla: ¿O sea que te llamas "CitlaLLi"?

3. A la mayoría le da por "mimarte" llamándote "Citla" (ODIO!!! que me digan Citla), ya que es lo más fácil y sencillo. Supongo que es algo parecido con las chicas que llevan por nombre María (Maris hay muchas...)

4. Por eso... Porque Citlas hay muchas, en mi familia les dio por llamarme "Citi"... No se, no me pregunten de donde lo sacaron, pero a mi me encanta... Es tan mío.

5. Cuando les digo: Mi familia me llama Citi... Igual empieza la bulla: ¿Citi? ... - Sí, "citi", como ciudad en Inglés.

... y nunca falta el que sale con: Jejej... Citi-club?