viernes, 1 de abril de 2011

Epílogo...


Tras varios días de locos, al fin se termina no sólo la semana más pesada de este semestre (por ahora), sino también se termina el mes...

Por fin se acabó la semana de exámenes y ya me dieron algunas notas, cuatro de ellas muy buenas y una bastante indeseable; pero que le podemos hacer, no soy buena para recordar las fórmulas del costeo y no sabía que se podían apuntar en las hojas de la receta estándar... En fin, que aún puedo recuperarme. Por increíble que parezca, salí bien en mi examen de nutrición y ahora puedo decir que el ciclo de Krebs y la Beta oxidación no pudieron conmigo... Un plus, ahora ya tengo más vocabulario para cuando juegue "basta" (cofactor, coenzima, hidrólisis, escición tiolítica, glucólisis...)

El miércoles comprendí lo que es amar a Dios en tierra ajena; ese día nos enfrentamos al can cerbero... y no es que mi chef se parezca a ese mítico ser, sino que nos hizo sentir miedo ya que tuvimos examen práctico - individual y peor, contra reloj.
Lo bueno es que probamos de lo que cada quien está hecho; así ella se da cuenta de que tan bien nos desempeñamos individualmente, pues el trabajar en brigada no siempre deja ver las habilidades de cada quien... Lo malo, fue que al entrar con 30 minutos de diferencia, (y tener 40 minutos para hacer todo) dependíamos de la rapidez de quien iba adelante.
Cuando entré, mi compañero de brigada tenía las cuatro hornillas ocupadas, todos los utensilios ocupados o sucios y las dos mesas repletas de todo lo que usó y que tuve que limpiar para empezar a trabajar. En lo que lavé y puse a descongelar mi fumet de pescado (en la hornilla de otra brigada), se me fue valioso tiempo que lamentablemente me atrasó 5 minutos en la entrega final, y eso implica -.5 por cada minuto de retraso... Hagan cuentas.
Esta vez no me detuve a medir mis verduras cortadas, y les confieso que algunas parecían más rombos que cubos, (ya parece que voy a estar con la regla midiendo cubo por cubo) pero en otros aspectos me fue bien y casi suelto la lágrima cuando la Chef me dijo: - Y el pescado... Excelente, buena técnica de pochado, bien porcionado, buen sazón... Esto es un buen pescado pochado. - música para mis oídos, al fin.
A todos nos preocupa el tiempo, especialmente porque la primera que entró, se retrasó 12 minutos y entregó cortes mal hechos, mal cocidos, el pescado roto y no terminó su salsa... Que miedo >.<. Sólo nos queda esperar (y hacernos nuestras películas mentales), pero ya que se ha acabado esta segunda evaluación, tiempo es lo que tenemos de sobra, al menos hasta la siguiente semana.

Ahora que estoy sentada en el sillón más incómodo del mundo, mientras les cuento esto, curiosamente empiezo a notar que mi sillón tiene su lado bueno y esta vez lo encuentro tan cómodo que de repente veo borrosas las letras... Debe ser el sueño que traigo atrasado.
Así que para no ser mala chica y no hacer esperar a Morfeo que tan dulcemente me llama (sí, a estas horas), aquí me despido.


Saludos, desde el sillón más cómodo del búnker... Dando al fin señales de vida. Medio somnolienta, pero a fin de cuentas ya es algo.

Yukino Pimienta.

P.S. En la foto: Examen: "filete de pescado pochado, bañado con velouté de vino blanco y una guarnición de verduras cocidas a la inglesa"... se ve sencillo, pero no lo fue. Hice una recreación en el búnker y es por eso que luce tan escueto y no tan bien porcionado.

2 comentarios:

  1. vaya... yo pensé que cocinar era re fácil, pero ahora que te leo y veo top chef, ni ganas me dan de acercarme a una cocina jajaja!!

    ResponderEliminar
  2. a mi me pasa lo contrario cada vez me atrae mas cocinar y probar cosas nuevas...

    que todo es un cumulo de cosas por descubrir!

    ResponderEliminar