sábado, 29 de agosto de 2009

You've got mail

Es día de lluvia... y al parecer así lo será el resto del fin de semana. Curiosamente no estoy molesta, ni melancólica, al contrario... ¡Me gusta la lluvia! Siempre y cuando no me moje porque en eso si soy como un gato (aunque en realidad sea alérgica a éstos). Lo cierto es que me encanta y aunque no se me da eso de "cantar bajo la lluvia" admito que una vez una amiga y yo lo intentamos y fue bastante divertido el episodio; especialmente porque después nuestras defensas nos jugaron bien y salimos bien libradas de la temporada de gripa.
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En fin que esto de la lluvia viene a cuento, porque hizo que decidiera quedarme en casa y a falta de juegos de mesa y gente con quien jugar, me quedé a ver pelis, entre ellas "Tienes un e-mail", que es una de mis favoritas... Y mientras la veía, pensé que efectivamente tengo no sólo un e-mail, sino algunos y aunque no he hecho muchos amigos en línea (sólo uno), como es el caso de la historia , recordé que sí caí en la maravillosa fantasía de los amigos por correspondencia.
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Confesión: Tuve varios amigos por correspondencia, de distintas partes del país, de los cuales, sólo llegué a conocer a dos y eso porque viven en la Cd. de Oaxaca, tiempo después, también se integraron al proyecto de un club de anime que teníamos previsto entre unas amigas. Después, la rutina y el trato frecuente nos hizo dejar las cartas y pasar a las llamadas y mensajitos por celular; sin embargo, recuerdo que fue una experiencia agradable y casi adictiva. Aún ahora me pregunto ¿por qué dejé de escribir cartas al resto de mis amigos por correspondencia?, ¿Qué será de ellos/ellas?
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Hace algunos meses, me animé a escribirle a uno de ellos... Fue casi al azar que elegí su dirección y para hacerle más fácil la respuesta, anexe una de mis direcciones de correo electrónico. Varias semanas después, cuando ya había enviado ese recuerdo a la "papelera" de mi memoria por olvidar, encontré un "mail" de ese amigo. ¡Caray! Salté de gusto y de paso satisfice mi curiosidad de saber qué había pasado con el grupo de amigos que compartimos vía correspondencia. Actualmente, ni el correo electrónico logró que continuáramos escribiéndonos, pero siempre queda el recuerdo de un buen amigo en algún lugar de la faz de la tierra al que conocí por cartas.
Ahora que lo pienso, probablemente me lo habré topado alguna vez, en algún lugar, pero no pude haberlo reconocido porque tampoco se como es físicamente; pero eso sí, conozco gustos, sueños y pesadillas, todo contado de su puño y letra y a decir verdad, eso me basta.
Ahora me pregunto ¿no es esto de bloguear algo similar a los amigos por correspondencia? La respuesta es un poco obvia y no da tanto miedo, en parte porque el anonimato es casi una garantía; sin embargo eso de contarle a varios extraños lo que pasa por mi cabeza y de paso, lo que viví en el día... Si que es un poquito escalofriante ¿no lo creen?
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Besos.
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Yukino.

2 comentarios:

  1. jajaja pues si es.. pero es padre poder coincidir o que alguien te lea...
    jejeje yo tambien tuve mis amiguitos por correspondencia, creo que es una de las costumbres mas bonitas taaaan perdida...

    Saludos nena!

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  2. Hola Arte,
    Coincido contigo respecto a los amigos por correspondencia. Esperemos que esa costumbre perdure. Eso sí, siempre será un recuerdo agradable.

    Saludos y gracias por seguir leyéndome.

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